Comida para dos con unas vistas privilegiadas sobre el Penyal d'Ifac y el puerto de Calp.
Había un menú a 17€ por persona, consistente en tres entrantes, un arroz y postre. Pedimos la ensalada de la casa, carpaccio de pulpo con camarones y hueva de trucha y calamares. Todo ello correcto sin más, la ensalada anodina y el carpaccio algo soso. Mejor el tercer entrante.
Arroz del senyoret, no estaba mal aunque con escasa presencia de gambitas y otros productos de mar.
De beber pedimos una botella de Marrugat rosado. Al pedir opinión al camarero, nos dijo que no sabía nada de vinos, así que nos arriesgamos y nos gustó. El servicio del cava consistió en un ruidoso taponazo y posterior lanzamiento del tapón con su cápsula en el interior de la cubitera, para que acompañara en su flotación a los cubitos...
Mantelería de tela, copas correctas, servicio amable y un espacio con juegos para niños, lo cual es de agradecer.
El precio final incluye el menú, el cava y dos cafés.
Restaurante bien decorado y con vistas maravillosas sobre el Peñón de Ifach y el puerto de Calpe. Ambiente familiar. Rinconcito para que jueguen los peques con mesas para pintar sin que molesten al resto de comensales.
Menú con tres entrantes y plato principal a elegir. Ensalada (muy correcta), calamares (frescos y bien rebozados), brandada de bacalao (muy rica) y optamos por "Arrós del Senyoret", muy sabroso y con el arroz suelto y en su punto. Postres caseros. Tarta de queso, tarta de manzana y helado para los pequeños.
Esta vez no tomamos vino, pero en la carta me pareció ver alguna referencia interesante. Hay nevera de vinos.
Obviamente no es un restaurante de campanillas pero es un sitio interesante muy por encima de los chiringuitos de playa de la zona.
Un lugar honesto, estupendo para degustar su menú (incluso en domingo) consistente en unos entrantes muy ricos (una completa y variada ensalada,boquerones fritos y carpaccio de pulpo) y un delicioso arroz con bogavante. Con bebida y postre, salimos a apenas 20 euros. ¡Todo un acierto!
Impresionantes vistas al Peñon de Ifach.
Restaurante muy acojedor, muy elegante y con un trato muy adecuedo, el justo, ni mucho ni poco. Estubimos muy cómodos y comimos muy bien. Hace unos meses y no recuerdo bien el precio, pero por un menu de no mucho mas de euros comimos un arroz impresionante, unos boquerones fritos super frescos y muy bien fritos, otro apertivo creo recordar de mejillones también muy frescos...postre y un vino blanco que entraba en el menu realmente espectacular.
Me sorprendre que no esté en Verema.
Vivimos lejor, pero si volvemos a pasar por ahi, repetiremos sin duda.