Visitamos de nuevo "La Nueva Torruca" con otra pareja de amigos y nuestras 3 peques, en total siete personas. Reservé la víspera y nos colocaron presidiendo el porche en el patio cerrado con que cuenta. Día soleado, como la mayor parte de los de este verano en el Cantábrico.
Había tenido la oportunidad de visitar este lugar apenas diez días antes y me quedé con ganas de repetir, quizás porque el nivel que yo esperaba no lo consiguió; si en aquella ocasión me pareció un lugar "A tener en cuenta", como encabecé mi anterior comentario, en esta ocasión la comida superó con creces las marcas anteriores.
Sábado mediodía, varios platos fuera de carta, navajas, almejas marinera, bonito con vinagreta de tomate, solomillo; probamos todos ellos, junto con unas croquetas mucho más conseguidas que las del primer día. Mención muy especial para el bonito con vinagreta de tomate, lomos de bonito del norte enteros pasados, en mi caso asustados tan sólo, por la plancha que después presentan cortados en rodajas sobre lo que se vierte la vinagreta, excepcional para mí que soy un entusiasta del pescado incluso crudo.
Vinos Mantel Blanco, de Rueda, para empezar y Jaros, de la Ribera del Duero, creo recordar que del 2008 (fuera de carta) 18 Euros.
Una mención al sobresaliente servicio, cunado al final de la comida comentamos con una de las camareras que nos atendió sobre el vino, nos informó de que también disponían de Románico, de Toro, y de Mc Manis , creo que Petite Syrah, de California. Al poco regresó a la mesa con sendas copas muy generosas de cada uno de ellos para que lo disfrutáramos. Chupitos invitación de la casa.
A destacar el precio del plato de bonito, 14 Euros, curiosamente lo mismo que pagué una semana más tarde por una ración de pulpo a la gallega en "El Café" de Oviñana, o lo que costaba el pasado sábado cualquier hamburguesa en el "Hard Rock Cafe" de Madrid.
Tras esta comida este lugar ha pasado a encabezar mi lista de opciones en Cantabria, calidad y saber hacer sobrados en cuanto a la comida, excelencia en servicio, agradable local y precio simplemente imbatible. Para recordar una comida así de satisfactoria tengo que retroceder a la del Martín Berasategui hace año y medio y en aquella ocasión salimos prácticamente a cuatro veces más por persona.
En este sentido creo que "La Nueva Torruca" ha sabido adaptarse a los tiempos más que vivir sufrimos, sabiendo aprovechar las oportunidades que ofrecen estos tiempos, sobre todo en lo que a elección de vinos disponibles se refiere. Sólo espero que con comentarios como este no se acabe masificando, me atrevo a apuntar que saber manejar el éxito será su próximo desafío.