En un dia de perros nos damos una escapada, pues habiamos encalomado al peque con la familia y no apetecia cocinar.
Llegamos e inmediatamente nos acomodan en una mesa para dos al lado de la puerta, una corriente del copon con cada apertura de la misma y menos mal que cerraron la de la cocina, porque con la campana aun era peor, ultimamente no tenemos suerte con las mesas que nos dán y eso que vamos con reserva, en fin. Ambiente muy ruidoso, por un grupo de señoras que parecian papagayos, pero eso es inevotable. Manteles de pseudotela, no me gustan nada, vajilla y coperio correcto.
No hubo aperitivo, snif.
1/2 de corquetas de jamón, bien ejecutadas pero algo saladas. 6 uds.
Ensalada de Bacalao, langostinos (2), pil pil de hongos y patata. Todo ello acompañado con lechuga, patata cocida y tomate picado, muy rico el bacalao, aunque venia demasiado frio, aun de la cámara. Quizas algo más templado el conjunto hubiera ganado en empaque. El pil pil muy fino y los langostinos buenos, pero con la tripa por ahi, con lo facil que es quitarla.
Arroz con verduras y hongos, muy bueno de sabor y punto de coccion en una abundante ración. Rico rico.
Fideuá, no sé si el alioli tenia que venir aparte, pero no me lo trajeron, ni lo necesitaba. Buen saborcito a marisco, con muchos tropezones.
Es de reseñar que hagan raciones para uno, muy dificil verlo. Ademas el ritomo entre platos correcto.
Postres con canutillos con crema de mango discretos y pastel templado de avellanas correcto.
Aguas y copa de verdejo.
La carta es corta, con los platos bien estructurado aunque no es un sitio al que acudir muy a menudo porque se acabarian las opciones. La carta de vinos como bien dijo Kalza muy corta, iran aumentando poco a poco.
Es de agradecer que se abran nuevos locales con la que está cayendo, asi que volveremos en unos meses a ver como va la evolucion. La RCP muy buena.