Local clásico de toda la vida, famoso por el marisco, actualmente no se quienes son los dueños, no se si sigue en las mismas manos de la familia que lo dio a conocer.

Procuro no coger bonos, dadas algunas desagradables experiencias, pero al ser de mariscada y otro de parillada de pescado, y en este local, me anime casi 70€ cada bono, cogi los dos, casi 140€, se supone que eran para dos personas por bono, pero tratándose de marisco, opte por coger los dos el mismo día, ya que éramos tres.

Avise con mucho tiempo, como casi siempre, en vez de estar en el comedor principal, nos metieron en otro, local lleno.

Nos atendió una joven, que la verdad, creo que lleva poco tiempo en este trabajo, después de nosotros llego un grupo de seis personas, espera que se resolvió, poniéndoles el vino y las tablas de mariscada antes que a nosotros, de no haber pagado por adelantado, creo que me hubiese ido, llevábamos un ratin allí, cuando nos trajeron nuestra mariscada se disculparon , no entiendo el problema , la mariscada aparentemente era la misma , por lo tanto incomprensible que nos atendieran después , pero bueno , así es la vida .

El bono tenia cuatro vinos entre los que elegir, casualidad el godello que yo quería ya no tenían, bueno pues un albariño, correcto, sin mas.

La mariscada se componía, de cuatro navajas, correctas, cuatro mejillones, ricos, unas almejas finas, muy pequeñas, seis gambas cristal, ricas, dos calamaros o cangrejos de rio, correctos, un pequeño buey de mar, soso, sin ningún sabor, cuatro o cinco zamburiñas, más bien volandeiras , creo , puedo equivocarme , correctas también y para rematar un txangurro al horno , soso , con mucha gamba enana congelada y poca carne de centollo y con un mejunje soso y de escaso valor nutritivo , una lastima de mariscada , igual es que si has estado en Galicia comiendo marisco te vuelves especialito , porque aquí presumen de producto y puedo aseguraros que la mariscada que nos pusieron y que tuvimos a mal comernos era de pena , esto con unas ricas trufas caseras y un par de copas de vino , por 70€ para dos personas , si el marisco hubiese estado bien , seria un oferton , así prefiero no adjetivarlo , por respeto a la gente que trabaja y duro en ese restaurante .

Bueno nos faltaba la parillada de pescado, ya resignado a comerme o no, lo que viniese, tuvieron a bien, preguntarnos que tal el marisco y yo que no me puedo callar , pues dije mi parecer , que es el de mi mujer , salio el encargado , Fran , creo que se llamaba disculpándose y ofreciéndonos otro buey , por supuesto no quise , no se trata de eso , me vale con que sepan mi opinión , el buey y el txangurro eran pésimos , el resto sin fu , ni fa , correcto alto , pero esas dos piezas de juzgado de guardia .

Así que yo no se si es por esto, o porque no lo hacen del todo mal, la parillada de pescado estuvo mejor, una lubina abierta y bien elaborada, para nada pasada, una ventresca de merluza también muy rica y cachos de rape a la romana con salsa americana, patata asada y pimientos de bote y cebolla, también asada , el pescado en su punto , bien , en este caso pagar casi 70€ por la parillada de pescado con sus trufas y sus dos copas de vino , hubiese estado bien .

En todo momento el encargado paso varias veces a preguntarnos que tal, y le dije la verdad, mejor, sin duda la profesionalidad de Fran es intachable, cuando nos íbamos nos dijo que teníamos que volver a comer marisco, no se si lo haré, pero desde luego el, con su trato, dejo una puerta abierta, que de otra manera jamás volvería a cruzar.

Nos invito al café y no quisimos orujo, las trufas casera ricas, venían acompañadas de un sorbete rico, el local lleno hasta la bandera, imagino que pudo coincidir una mala elaboración de la mariscada, que no es justificada, dada la trayectoria del local, y a lo fácil que es cocer un buey de mar, pero gracias a la parillada de pescados y al trato de la persona que manda en la sala que estuvo a la altura, no suspendo el local.

De los lugares preferidos de mi abuela, cada vez que había una excusa para celebrar algo.
Buen sitio: materia prima de primera calidad, pero eso en Bilbao no es raro.