Nueva bodega de la DO de Toro, que creo esta haciendo las cosas bien, para empezar dandose a conocer (es más dificil vender vino que hacer buen vino), la bodega en si no es ninguna maravilla pero tiene su punto, una sala de vinificación en acero inoxidanle, la embotelladora y una pequeña sala de barrica, para una visita rapidita como preaumbulo a disfrutar de una excelente comida casera. Coqueto restaurante con amplios ventanales, en los que por una parte vemos la sala de fermentación y por otra la colegiata de Toro. Comida casera , casera,(se nota que es lo mismo que van a comer el personal y dueños que trabajan alli, bien sazonado..) con tres primeros y tres segundos a eligir (arroz a la zamora, bacalao con patatas, carrileras, lomoa la plancha...etc , raciones pantagruelicas (con lo que nos pusieron podrian haber comido cuatro personas tranquilamente), sin presentaciones espectaculares pero de esos platos que según los ves sabes que vas a comer bien, muy bien. Todo regado con el vino de la casa (de momento solo cuentan con encomienda de la vega un tinto con tres meses de barrica correctisimo, proximamente sacaran un nueve meses Abracadabra). Precios muy razobles, visita a bodega degustacion de dos vinos con tapa comida +vino+poste+cafés (aspecto este a mejorar) , mas tres vinos para llevar por 32€. Abierta los 365 días del año (pensaba ir a Liberalia pero el domingo con un puente al día siguiente cerrado...?), iniciativas como esta, son en mi opinión las correctas para fomentar la cultura del vino, buena comida, buenos vinos, estupendas vistas, un sitio ampliamente recomendable, tratare de volver para probar toda la gama de vinos.