Día 26 de diciembre. En Cataluña celebran el día de Sant Esteve (eso he oído) y aquí, en la Marina Alta, el "segon dia de Nadal". Se respeta la tradición de seguir celebrándolo en familia pero aquellos que no tenemos la dicha de contar con una larga familia, ya hemos agotado el cupo de quedadas con la Noche Buena y la comida del día 25. Intentamos celebrarlo, pues, con esa otra familia con la que no se comparte consanguinidad pero que, para mí, merece igual aprecio: los amigos. En este caso sólo uno puede "librarse" de las cargas familiares y, por tanto, únicamente somos "dos listos muy listos" los que formamos equipo.

No sabemos bien donde dirigirnos. Día extraño: medio laboral, medio festivo; muchas quedadas familiares como se ha dicho; locales que cierran por descanso después de la maratón "Cenas de empresa - Noche Buena - Navidad"; otros que abren pero con una única opción de menú cerrado... Un chispazo repentino y decidimos probar suerte aquí. Hace tiempo que no me paso. Demasiado. Se trata de un bonito restaurante situado en una casa de pueblo y ubicado en las estrechas calles de esta villa. Tras una seria reforma, ofrece ahora una sala muy elegante, de estilo moderno donde prevalecen las tonalidades claras y, especialmente, el color blanco.

Aquí sí nos acogen, no sin antes advertirnos que hoy sólo se sirve el menú navideño. 35 euritos por cabeza, pero con tres entrantes individuales, pescado, carne, postre y una botella de vino por cabeza que puede sustituirse por una de cava, unas cervezas, refrescos... Al vino sin pensarlo. Pedimos el tinto del menú y nos sacan Dársena DO Ribera del Duero. Correcto, sin más. Y con él llega el pan y dos pequeños cuencos con allioli y tomate rallado.

- Paté casero de salmón con vinagreta de verduras: Emplatado con la ayuda del molde, se corona con confitura de tomate y se acompaña con la vinagreta de verduritas minúsculamente picadas. Rico. Textura densa. Se agradece la suavidad sápida del paté en fechas donde se acumulan las comilonas.

- Alcachofa con huevo de codorniz sobre vichyssoise: En alguna ocasión he confesado mi pasión por este vegetal y, por tanto, seguramente no soy objetivo al enjuiciarla. Para mí, perfectamente ejecutada y con unos acompañantes muy acertados. El mejor plato.

- Canelón de rabo de toro y su jugo: Bonita presentación y técnica correcta. A mi gusto, falto de intensidad o, tal vez, escaso relleno. Curiosa "guarnición" con granos de granada y brotes de ¿alfalfa?.

- Lenguado: Soy incapaz de recordar el enunciado del plato. Se presenta totalmente desespinado, en una especie de rollo envuelto con panceta y con un fondo sabroso elaborado con pescado y marisco, a modo de "suquet". Se acompanya con una brocheta de piña, tomate cherry y una cola de gamba. Estaba rico pero he encontrado un exceso de ingredientes.

- Crema de calabaza: Muy rica, pero no encuentro el sentido de incluirla en este pase del menú. Es el momento idóneo para tomar un sorbete que ayude a "bajar" lo anterior, pero la cremita caliente no ayuda en esta misión. Tal vez como primer pase del menú encajaría más.

- Carré de cordero: Se ha presentado sin las típicas costillas, totalmente deshuesado en forma de medallones. La guarnición la componen unas patatas asadas con allioli. Correcto.

- Crepe de helado con chocolate caliente: Pensábamos que no podríamos con él, pero rico debería estar cuando no nos hemos dejado casi nada. El chocolate me ha recordado un chocolate a la taza casero.

Hemos tomado unos cafés y hemos cambiado la segunda botella de vino que nos correspondía en el menú por dos GT de Bombay.

Servicio eficaz y precio final sin sorpresas inesperadas (pan, cafés, IVA...). La foto que adjunto la he sacado del perfil de Fcbk del restaurante e ilustra perfectamente todos los pases del menú.

Ante las dudas que puede sembrar el comentario anterior (spam), puedo afirmar que realmente es un sitio interesante. El concinero, después de bastantes años de experiencia aquí y allá, pese a su juventud, ha decidido "montarse" su propio local y, además, con buen gusto. Sala muy elegante, amplia, luminosa... Mesas bien vestidas. Vajilla, cristalería... más que aceptable.

He estado tres veces y no recuerdo cada uno de los menús pero salieron platos realmente interesantes, como un bacalao al pil pil con huevo "poché" (en forma de tapa), alguna preparación con foie, queso frito con mermelada... Todos con cierto nivel de presentación y muy ricos.

El servicio del vino se queda corto, en cuanto a carta, pero no se le puede pedir mucho más dados los tiempos que estamos pasando, el lugar donde está el restaurante, la clara apuesta por precios comedidos... Tienen buenas ginebras para acompañar la sobremesa y una bonita plaza donde se montan algunas mesas para los fumadores. Antes ofrecías un menú a 16 + bebida y, la última vez, 20 con bebida y todo (con el vino recomedado, o refrescos, o cervezas...). Me parece un buen lugar, ciertamente.

La fecha es la de hoy, aunque no se corresponde a la realidad.

Propuesta de calidad a un gran precio en una pazuela de este pueblo de la Marina Alta.

Opción de menú con 3 entrantes más 2º a elegir con postre.
Platos innovadores exquisitos.

Comer a la carta también es otra gran opción.
Impresionantes los arroces y la fideua.

Bodega de vinos interesante con vinos de la tierra.