Antes de continuar, remarcar que los dos adjetivos estan utilizados en el sentido más positivo posible.. :).
Siempre me han llamado la atención los restaurantes de aspecto cutre en que la comida es de primera. Y estoy seguro de que hay muchos lugares anónimos que se ajustan a estos parámetros y que sólo los conocen el entorno próximo.
Pero me sorprende cuando algunos de ellos, destaca fuera de su entorno, consiguiendo una gama de público amplia y se habla de ellos. En estos casos, la curiosidad me pica, a pesar de que en más de una ocasión en alguno de ellos, al salir me pregunto ... ¿Y qué gracia tiene?. Y me hago la pregunta puesto que a pesar de haber comido muy bien, he pagado como si en vez de estar en un lugar cutre, hubiese visitado un lugar "normal".
Y la sola respuesta que me viene a la cabeza, es que hay un público que les gusta el exotismo y otro público que en estos lugares se sienten más como "en casa", mientras que en un restaurante "normal", pueden encontrarse incómodos. Esto deduje después de salir de la famosa Granja Elena y un quizas también al salir del "Tres Porquets".
Y una vez más he hecho el experimento aunque esta vez no puedo hacer el diagnóstico completo, pues me limité en el menú de mediodía y estaba realmente muy bien.
El local Casa Mari y Rufo ", está en el polo opuesto a la sofisticación hasta límites inimaginables. Ningún tipo de decoración. Es de una sencillez extrema, con las mesas que se tocan, hasta el punto de que es difícil no confraternizar con las mesas vecinas. Lo encontraréis en una de las calles que rodean el Mercado de Santa Caterina y fuera del edificio del Mercado (por el lado de Fomento).
Entrar casi da "respeto"....:). Tienes que pasar por una barra con la cocina a la vista y parece que te examinen para poder entrar. Al ser mediodía y en plan de "prueba", la elección fué el menú, en plan de "a ver que pasa".
Primero unas lentejas, perfectamente elaboradas y con chorizo de calidad. De segundo pedimos un lenguado(?) Y bacalao frito. El lenguado (que debe tratarse del "fletán" mejor logrado), estaba muy bueno y era de buen tamaño. Y comento lo del "fletán", debido a que es imposible que en uno menú de 11 €, sirvan aquel pescado si fuera lenguado de verdad. Mi bacalao fresco frito, estaba muy bueno y no era nada escaso.
La verdad es que resulta curioso. En todo caso me gustaría ir un día de noche dejándome recomendar. He buscado información por Internet, sin encontrar gran cosa, pero de lo poco que he encontrado, puedo decir que hay división de opiniones.
Algunos se quejan del precio, pero esto sin comprobarlo en directo, es difícil de juzgar. Por lo tanto me queda pendiente la RCP de ir a la carta (o la escucha de lo que canta el que toma nota). Es evidente que si el producto es de primera, debe costar lo que vale, pero queda pendiente de momento la valoración de la RCP fuera de menú.
También hay división de opiniones en cuanto al servicio. En nuestro caso, el servicio fue impecable, pero yo que con la edad ya me he vuelto un poco psicólogo, puedo imaginar que este tipo de servicio "muy amigable", para segun quien o en función del estado de ánimo, puede resultar incómodo. Pero insisto que en nuestro caso, nada que decir y sólo puedo hacer elogios y agradecer que saliera corriendo detrás de mí porque me había olvidado uno de mis objeto más preciados.... Mi IPad..!!.
En resumen ... que quiero volver y si alguien de los que me leéis lo conoce, me gustaría saber vuestra opinión. No pongo el precio puesto que comí el menú de mediodia (11€) y es evidente que por la noche y con producto de primera, el precio debe ser otro.
Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat
Tengo ganas de que alguien de Verema visite La Tomaquera, puede resultar un comentario muy, pero que muy jugoso.
Te cuento:
No admiten reservas. (les explicamos que vivimos en Girona y que si podían hacer una excepción y nos respondieron que ¡NO!
No tienen teléfono.
No admiten tarjetas de crédito.
Tienes que esperar mesa en la calle.
Si después de esperar tu turno en la calle, cuando te toca, uno de los comensales ha ido a buscar tabaco o a aparcar el coche, te pasa el turno por no estar todos.
Te recomiendo para la visita ropa interior de cuero negro, el látigo lo ponen ellos.
Y siempre lleno hasta la bandera.
Me recuerda punto por punto, la historia del "Quatre Barres" en la calle Qintana, en los tiempos que cocinaba Josep Lladonosa y la señora actuaba exactante tal como dices...
Pero con los años, ahora el látigo ya me gusta manejarlo yo... :)
En la calle de la Tomaquera, hay un restaurante del tipo que estais comentando!! Se llama Casa Pepe, antes se llamaba Montalban. Yo hace mucho que no voy, pero recuerdo que se comia de maravilla. Es muy pequeño e incomodo, pero tienen un jamón, berberechos, gambas, pescados frescos, arroz caldoso...! Todo buenisimooooooo!!! Vale la pena de verdad.
bones, conozco el Rufo y a Rufo, he estado muchas veces, se come de fábula (estoy convencido que era lenguado) y a un precio normal. producto de primera, espacio de los que me gustan.... tal cual, sincero, sin pretensiones ni diseños guais.... seguramente no viste ningún "espectáculo" = discusión familiar... la última vez que fuí...fué espectacular... un bombero (vestido de bombero) que comía menú ahí dentro ...tuvo que ayudar con el soplete al camarero!(para deshacer el foie encima la carnetona) riures... lo mejor de este restaurante-choza-bar (como otros muchos) es que no sale publicitado en ninguna revista periódico (si de esas que hablan siempre de los mismos), y por tanto siempre es un descubrimiento...hay unos cuantos, y no los comento no sea caso que se llenen de snobs,superxulisguais. Respecto a la Tomaquera, mientras esperais, podeis tomaros "algo" al ladito mismo en el Cal Marino (ricota!) y seguramente os quedeis...salUT!
me han dicho que el Rufo se cierra para grupos
Si que se puede reservar!
Yo he estado un montón
de veces, es más, sin reserva es poco más que imposible.
Es uno de esos secretos que no te gusta confesar, pero yo ahora hace mucho que no voy. La carta son dos pizarras en la pared, la materia prima es de primera, aunque como os digo es un sitio incomodo, sales con la ropa apestando a cocina, pero vale mucho la pena, de hecho es dificil encontrar mesa incluso entre semana. No hay mantel, las servilletas son de papel, el agua de plástico de 1.5l, las copas duralex, pero el arroz caldoso es de los mejores que he probado, recuerdo comernos cuatro platos cada uno por el precio de una ración!!!
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