Lo del tapadillo del título viene a cuento de que el restaurante, aunque se llema Casa Ru (o eso creo), aparece en el rótulo de la entrada con un simple y llano Bar Sueca, con lo que las posibilidades de pasar de largo son bastante grandes.
Acudí gracias a una recomendación de El Gastroblog, donde se aducía a su condición de chino no al uso tradicional. En primer lugar, señalar que en las mesas de la entrada, donde cené, no hay mantel, y las servilletas se extraen de la típica cajita (textura papel de fumar). En el fondo aguarda un comedor más amplio que tal vez esté mejor vestido. Las dos chicas que atienden son simpáticas y se expresan en un correcto castellano.
En cuanto al asunto del yantar, bambú frito ligeramente picante, sopa de algas con camarones secos y rana a la plancha. Todo bastante bueno y con ganas de volver para probar más platos. Cuando acudí el comedor estaba lleno, por lo que parece que se trata de un sitio bastante popular en el barrio. Ignoro lo que deparará la carta de vinos.