Restaurante Cañadio Madrid en Madrid
Restaurante Cañadio Madrid
País:
España
Provincia:
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.4
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Tarta de queso casera
Rabo de vaca con mollejas y puré de patata trufada con una guarnición de patatsa fritas y pimientos de Padrón
Callos receta de mi hermana Elena (media ración)
Solomillo buena mujer con puré de patata y setas (media ración)
Niscalos y perrechicos
Pimientos asados
Tarta de queso
Albondigas de bonito y calamar
Pochas con bacalao al pilpil
Ensalada de tomate de Cantabria, bonito escabechado con fondo de salmorejo
Rabas de calamar
Bocartes
Tarta de queso
Hamburguesa de bonito
Opiniones de Cañadio Madrid
OPINIONES
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Local “sucursal” del clásico y estrellado situ en Santander. Al entrar, buena barra para tomar unos buenos pinchos y raciones (tendremos que venir a probarla). Después dos espacios más: Uno para tomar lo de la barra pero servido en mesa, junto a la cristalera a través de la cual se puede ver la actividad de la cocina, y otro en el piso superior para una comida o cena más formal. Aquí es donde cenamos; nos resultó bastante justo de espacio, con el techo muy bajo y lamentablemente muy ruidoso. Decoración modernita, con luces de halógenos y un sillón corrido a lo largo de tres de las paredes de color rojo, con fotos del entorno donde se encuentra la casa matriz en Santander.

Nos recibió y acompañó Paco Quirós, al que vimos toda la noche de aquí para allá controlándolo todo. Curiosamente luego no se acercó por las mesas preguntando por la cena. Servicio atento y simpático, con algún descuido.

Cestita de panecillos con dos o tres variedades recién hechos.

Carta no muy larga con platos de cocina tradicional, basada en productos de Cantabria. Esperaba algún que otro plato más moderno, pero no fue el caso.

Buñuelos de bacalao en témpura (magníficas) con un alioli muy suave y chupito de gazpacho de fresas (flojo sabor)

Pastel de Perdiz con Salmorejo: Presentado como una terrina de micuit de pato pero de perdiz. Nítido e intenso sabor, con el salmorejo aportando un contraste de sabor muy acertado.
Croquetas Cremosas de Chorizo Lebaniego: Una docena de croquetas, perfectas de sabor y cremosidad.
Rabas fritas: Buen producto sin apenas rebozado. Si acaso un pelín aceitosas.

Escalopines rellenos de jamón y queso de Liébana con salsa de boletus y puré de patatas: Tres escalopines rellenos de jamón y el queso y ligeramente rebozados. Muy buenos.
Solomillo buena mujer con cebolleta y variado de setas: Lo presentaron con el punto que se pidió. Excelente pieza. Guarnición de patatas fritas y pimientos de Padrón al centro.
Rodaballo al horno con patatas panadera: Dos buenas tajadas, perfectas de punto. Se acompaño con unas tiras de judías verdes al dente.

Torrija caramelizada con helado de canela a compartir: Buen tamaño. Bien.
Hojaldre de Torrelavega con crema y helado de almendras: Muy bueno el hojaldre: Fino y crujiente. Mejor el helado que la crema (anodina).
Té del puerto con orujo de Liébana: Agradable infusión para terminar la cena.

Carta de vinos muy justita pero con buenas referencias a casi todas las DOs nacionales (Numanthia, Alión, San Vicente, Anima Negra, etc) a precios rondando el x2. No sé si tienen servicio de sumiller (coincide con el maitre ¿?). Tomamos Tomás Postigo Verdejo FB 2009 en copas amplias de diseño Schott (18€+IVA), servido perfecto de temperatura aunque no estuvieron atentos a rellenar.

No hubo detalles en la sobremesa.

Precio total: 163.24€ (inc. IVA, servicio del pan a 2€ por persona, vino, botella de agua de 1 litro a 2.70€ y un refresco).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y sin bebidas.

En plena calle Conde de Peñalver, enfrente de esa enorme mole que es el Hospital de la Princesa, un gran cartel deja claro dónde estamos y de dónde venimos: “Cañadío Santander-Madrid”. Diseño moderno en un local dividido en tres espacios, barra de pinchos, comedor y zona de tapas, con la cocina integrada y al descubierto. Día festivo a mediodía y local a medio gas.

En nuestra primera incursión nos situamos en la barra y echamos un vistazo a la carta de tapas, completa y variada con raciones, pinchos y guisos del día, entre estos últimos destacar el cocido montañés los miércoles y la marmita los jueves, dos de nuestros platos preferidos de cuchara que ya iremos a probar. De lo ofertado tomamos un delicado paté de perdiz con salmorejo, muy meloso y lleno del sabor montaraz esperado y el cachón en su tinta con arroz blanco, de delicada textura y perfecto punto de cocción. Con los vinos nos pusieron como aperitivo un arroz guisado con setas francamente apetitoso y un mousse de cabracho, quizá demasiado diluido pero de atrayente ligereza. Seguiremos probando algunas de las otras raciones propuestas amén de los platos de cuchara, porque lo cierto es que el nivel medio nos pareció más que aceptable tanto por calidad, cantidad y presentación.

En cuanto a los vinos hay que mejorar mucho, la oferta no pasa del “sota-caballo-rey” que llena las cartas de Madrid. No hay riesgo ni originalidad. En barra tres vinos principalmente, Blanco Nieva Verdejo en blancos, Doce Tañidos en rosados y Sierra Cantabria en tintos, además de una manzanilla (La Guita) y un albariño que no recordamos. Sinceramente hay que ofrecer más e incluir vinos de fuera, espero que poco a poco lo vayan haciendo. Las copas son de buena calidad y el servicio más que correcto y amable.

Interesante esta sucursal de Cañadío, todo un clásico santanderino en la capital, pero no nos hagamos ilusiones, ni el entorno exterior ni el interior poseen el encanto del original. La parte de barra con sus pinchos y de tapas tiene muy buena pinta y repetiremos, aunque deben mejorar la lista de vinos por copas. Y a ver sin nos acercamos un día a comer ese cocido o la marmita. Encantados de que un clásico de Santander se reinvente en Madrid, aunque si fuera por nosotros preferiríamos una sucursal de La Cigaleña, jeje.

Después de picar informalmente el domingo anterior, venimos a cenar el sábado noche de nuevo con 2 parejas más de Santander que pasaban el fin de semana en Madrid.
De aperitivo, gazpacho de fresa, y buñuelo de bacalao, el 2º excelente. El gazpacho con el frío que comenzaba a hacer ayer en Madrid no era lo más adecuado, una crema caliente encajaría mejor; pero se ha de decir que estaba bueno
Como entrantes, ensalada de bacalao, rabas y anchoas con pimientos. Muy fresca la ensalada de bacalao, bien presentada, diferentes lechugas, tomate muy picado, cebolla roja pochada, y el bacalao con un poquito de pil-pil.
Rabas el entrante por excelencia de la cocina cántabra, muy buen fritas, sin apenas grasa, y gran materia prima.
En los anchoas con pimientos, destacamos la anchoa, pero el pimiento esta vez no era casero, sino de conserva, hay que volver a esos pimientos asados en casa para acompañar a la anchoa.
Como platos principales, se tomaron tajada de merluza a la media sal ( la merluza con la vinagreta de tomate), puntas de solomillo, solomillo con salsa de setas, manitas de cerdo y con foie y un guiso de pata y morro con verduras y huevo.
Todos los comensales nos comentaron el buen punto de estos platos especialmente la merluza, y las manitas de cerdo.
Personalmente disfrutamos del guiso de morro y pata, verduras con la melosidad, gelatina que aportan la carne y un huevo para una mayor consistencia al guiso que estaba realmente en su punto, sin mucha grasa, aunque sean ingredientes contundentes.
De postre, nuevamente a por la tarta de queso, confirmando el buen punto de la semana pasada, esta se va a convertir en un clásico, y tambien probamos un coulant de chocolate con aceite de oliva y sal (gran combinación).
De beber, Magnum Sierra Cantabria 2007, 30€.
Cafes y combinados, donde destaca carta de gintonics a precios moderados. Hendrick´s (6€+ IVA).
En resumen, otra muy buena cena; disfrutando tanto de la compañía como de la comida.
EL comedor de arriba que es donde estuvimos está lleno de fotos de la Plaza de Cañadio de Santander que nos trae indudablemente muy gratos recuerdos

Sin quererlo nos encontramos con el restaurante Cañadio Madrid, la aventura de Cañadio Santander en MAdrid, con Paco Quiros al frente. Nos hemos sentado en una mesuca al entrar al restaurante, y hemos tomado anchoas con pimientos, traídas desde Santander y preparadas por Joseba Guijarro. Son anchoas de San Filippo; sin palabras...y con unos pimientos asados que casi derramo unas lagrimas.
Hemos continuado con una carrillera de ternera con puré de patata trufado; tambien a muy bien nivel.
Luego PAco nos ha recomendado una merluza a la sala con vinagreta de tomate, hecha en papillote, muy buena textura, y la vinagreta realza el sabor de la merluza. Este plato sobresaliente.
Y para finalizar tarta de queso, llegado a este punto, ya he reconocido que tengo que volver..madre mía que tarta...
Pocas aventuras hay de Santander a MAdrid, y Paco se ha atrevido en una época complicada..sin apenas pucblicidad y solamente con el boca-oreja el local hoy estaba lleno.
Es un lujo que podamos tener en Madrid la cocina de uno de los locales emblemáticos de Santander..
Ojala que le vaya muy bien a Paco, esta primera visita nos da ya ganas de volver...

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