Fuimos a cenar un sábado por la noche, el lugar no gustó, la decoración muy original (para lo que se ve en Castellón) y cálida.´
La primer sorpresa fue que en la carta que nos dan no aparece ni el menú degustación ni el menú vegetariano (ambos se encuentran en internet)pero no teníamos tanta hambre y lo dejamos pasar.
Pedimos la "sopa de letras" y salvo algún pequeño detalle no era mas que eso, no se puede criticar pero se podría aconsejar añadirle algún detalle para sacarla de la sopa que me puedo hacer en micasa.
Mi pareja pidió cremoso de calabaza que no era mas que una sopa de calabaza y un huevo que en la carta anuncia como a baja temperatura pero este huevo no tenía una sola caracteristica de un huevo cocido de esa manera y el jamón que le ponden por encima de este huevo estaba demasiado pasado por plancha lo que lo hace demasiado salado (un buen jamón es mejor no trabajarlo demasiado ya de por si es genial) y para terminar en el fondo del plato un poco de pan que estaba de mas.
Luego vinieron los segundos, un cochinillo que era muy pequeña la ración. Lo acompañaba un gratén de patatas que estaba un tanto desabrido y las verduras eran pasadas por plancha pero sin gracia (recomendable unas buenas escalivadas)
Lo peor de la cena fueron una albondigas de sepia que no tenían en absoluto gusto a sepia, era mas bien una masa sin sabor con tropezones pero como dije antes con poco gusto. por encima una "verduras en tempura" que basicamente lo que me sirvieron no era eso sino una especia de juliana frita pero en todo caso fría, muy fría como si la hubiese hecho antes del servicio. La crema de curry era muy salada y para terminar en la base unas patatas hervidas lo que hacía que el plato en su conjunto sea muy pastoso y nada ligero.
Luego el servicio de sala no es muy bueno, cometieron varios errores que se podría dejar pasar si la cocina hubiese ayudado mas. Aunque si me gustaría destacar la amabildiad y simpatía del camarero de gafas
Creo que en la cocina hay falta de conceptos básicos, falta una idea clara de la cocina que se quiere dar y demasiadas pretenciones.
Se que la crítica no es muy buena pero me tomé el tiempo para hacerla porque creo que el lugar es precioso y sería una lastima que no se le pueda sacar todo el provecho.
Lo primero que llama la atención cuando entras es su innovadora decoración, muy moderna y original, pero eso no es lo mejor, es el entorno adecuado para degustar la excelente cocina a unos precios asequibles, se nota que los productos son de calidad. Ël menu degustación está muy bien, pero además tienen un menú diario a 11 euros que no se encuentra en ningún otro Restaurante de Castellón, yo creo que es único poder encontrar esa calidad de cocina a esos precios. Lo recomiento totalmente, si no lo habeis probado, ir para poder juzgarlo.
Excelente relación calidad-precio, sin pretenciones de alta cocina (con esos precios es imposible pretenderlo).
El menu de degustación es redondo, 4 entrantes y un segundo, que en este caso fue "arroz del senyoret" que estaba en su punto de cocción.
La bodega es más que aceptable.
Ya era hora de que apareciera en Castellón un sitio donde se pueda comer bien sin que te cueste un ojo de la cara.
El local es fabulolo, con mucho estilo y muchísima luz.
Para volver. Sin duda alguna