Muy recomendable

Ljubomir Stanisic es un cocinero joven que se ha afincado en Lisboa después de haber tenido diversas experiencias en Cascais. De proyección claramente internacional, por las técnicas vanguardistas que utiliza y por su cocina cosmopolita, desmarcándose de la cocina tradicional lusa, aunque inspirándose en ella. Ahora mismo trabaja en un pequeño local, diría que informal, de apenas 10 mesas en pleno Barrio Alto (cuesta un poquito encontrarlo).
Me acerqué al local a las 20:30 y estaba lleno. Me ofrecieron mesa a las 23:00 y me acerqué de nuevo pues me atraía su única propuesta en carta: Un atractivo menú degustación a 40€.

Mesas sencillas, blancas inmaculadas, aunque demasiado próximas. Local a tope esa noche con excesivo bullicio. Servicio de sala llevado por tres chicas atentas y eficientes, con trato muy cercano.

Rebanadas de pan blanco servidas dentro de un saquito junto a un aceite para ir abriendo boca.

Cena para una persona:

- Su clásico "Estendal do Bairro": Se trata de un simpático mini-tendedero con unas sabanitas de bacalao deshidratado colgadas con mini-pinzas de la ropa. Una clara referencia a tiempos pasados en este barrio. Muy buenas, crujientes y con un punto de sal adecuado. Lo acompaña una salsa de mahonesa y pimientos que no aporta nada.

- Una mousse de champiñones con hojaldre de queso de cabra: Muy buena la textura y sabor de la mousse. El hojaldre bueno sin más historia.

- Tartar de bonito con huevo de codorniz escalfado: Plato muy bien equilibrado, presentado sobre un gazpacho de tomate y "broa de milho" (miguitas de pan de maiz tostado). Bastante bueno.

- Carpaccio de magret de pato con foie-gras sobre una reducción de vino de Madeira y simientes de calabaza: De nuevo un plato divertido y con contraste de sabores muy armonioso.

- Un "tornedó do mar": El centro de tres langostinos juntos y enrollados por una lámina de tocino de cerdo. Se presentaba con una habitas baby y una mousse de cilantro. Sin duda lo mejor de la noche para mi gusto.

- Cous-cous de mar: Unos mágnificos cous-cous caseros con 2 taquitos de lubina y una vieira en su punto. A gran altura, de sabor y presentación.

- Un granizado de reducción de vino tinto con canela: Riquísimo y original limpia-paladares.

- Javalí asado con especias: Filetito de jabalí pasado por la plancha y presentado con un clásico de la cocina portuguesa: "Bacalhau a Bras" pero sin bacalao (patatas cortadas en bastoncillos, cebolla y huevo). No me gustó demasiado, ni el punto ni la textura algo dura del jabalí.

- Piña asada con espuma de coco: Servida en taquitos. Muy bien de sabor y refrescante.

- Fresones marinados en pimienta verde y reducción de vino de Madeira, sobre un "crumble" (pastel crujiente) de chocolate y terminado con una crema de mascarpone quemado: Sobresaliente y divertido postre.

La carta de vinos no es muy amplia y centrada en vinos portuguese, aunque vi un Paco & Lola y Alión en su carta. Una de las chicas parecía hacer de sumiller. Copas aceptables que me retiraron al no pedir vino. No puntúo.

Precio total: 45€ (incluido pan y servicio a 2.50€ y agua de un litro a 2.50€)

Recomendado por 3 usuarios

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar