Uno de lso restaurantes de precio medio que más me ha gustado en lso últimos meses. El ambiente es muy agradable, la carta es original y los platos no defraudan, volveré.

LE PATRÓN

Dentro de la amplia oferta de restauración que están apareciendo en el renovado centro madrileño Le patrón supone una visión cálida, sin estridencias. Una manera de acercarse a la comida sin creaciones, pero con amor hacia el producto en su reducida, pero selecta oferta.
Platos que reúnen propuestas que son populares en muchos locales, desde una sabrosísima burrata ,11,50€, a un conseguido tiradito de atún Nikkei , 9€, o un extraordinario tarta, 12€.
El servicio resulta muy atento sin agobios innecesarios, ya que el local en su parte de salón cuenta con 4 mesas, y en la parte de la barra con un par de ellas.
Carta de vino reducida, pero muy bien seleccionada, y cosa más de agradecer, con precios realmente interesantes (Billecarts Salmón 45€, o un delicioso Gotin del risc, un Godello sobre lías, del Bierzo. Vino con buena estructura, elegante, y aroma intenso)
Es importante encontrarse con locales que no pretender ser “absolutamente creativos”, y sí respetuosos con las ejecuciones. Por ello no sorprende que el palto menos redondo de la noche fuese unas cigalas sobre una ratatuille. Plato desligado, donde unas cigalas excesivamente cocinadas en plancha, no se unían de ninguna forma a un “pisto” muy lavado, con verduras nada crujientes y sabrosas.
Pese a ello creo que Le Patrón es una propuesta interesante. Ya que reúne características que hoy hacen que locales así se vean ocupados. Cartas cortas y bien manejadas. Precios competitivos, raciones correctas que huyen de la modernidad de lo minúsculo, pues su propuesta muchas veces lleva el compartir, y nada de saltos de combinaciones extrañas o construcciones difíciles.