Restaurante Kaiku en Barcelona
Restaurante Kaiku
País:
España
Provincia:
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
51 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Kaiku
OPINIONES
2

Puedo suscribir el comentario anterior practicamente en su totalidad, he ido varias veces y siempre he comido muy a gusto.

Pero amigos este martes fui y tardaré al menos dos meses en olvidarlo. Supongo que ese será el tiempo que tardará toda mi ropa y la de mis acompañantes en liberarse del tremendo olor a fritura y humo.

Por tanto mi recomendación es que espereis al buen tiempo y comer fuera en la terraza. Dentro mi "olerlo" o ampliareia la cuenta con el coste de la tintoreria.

Y por fin llegó el otoño (meteorológico) pero, de momento, tan sólo duró un día. Nubes abundantes y un viento bastante fresco hiceron acto de presencia este viernes, aunque finalmente no llovió. Así que la ocasión era perfecta para salir a pasear una ciudad más ligera en visitantes y celebrar cumpleaños por la Barceloneta, frente a un Mediterráneo inusualmente oscuro y bravo, repleto de surfistas encaramados a olas de envergadura poco común en estas costas.

El lugar escogido fue Kaiku. Lo teníamos pendiente desde hacía mucho y había buenas referencias, así que no nos lo pensamos dos veces. El sitio tiene nombre vasco (“cuenco” en euskera) y su carta es eminentemente marinera, aunque no se caracteriza por ofrecer cocina vasca ortodoxa. Habíamos reservado dentro, pero como el sol lucía a ratos y calentaba un poco a pesar del viento, acabamos sentados fuera, con la mesa orientada al mar.

Con unas Peladuras crujientes de yuca y unas cañas nos fuimos aposentando y disfrutando de la belleza de ese mar otoñal. Pero lo que veníamos buscando ansiosamente era el pescado y los arroces, famosos ya en la ciudad y que aun no habíamos probado. Tras ojear su carta nos llevamos una alegría al observar ese detalle que tienen de indicar el lugar de procedencia de cada pescado o marisco, la fecha de captura e incluso el nombre del barco pesquero. Todo un gesto de genuino orgullo marinero.

Su cocina es bastante original, de toques eclécticos, ya que no se limita a ofrecer una buena materia prima espartanamente elaborada, sino que arriesga y plantea mezclas insospechadas. Esto resulta en una propuesta muy personal, especialmente en los entrantes. Lo pudimos comprobar con un muy recomendable Pulpo con curry picante y aguacate, acertado en ternura y condimento, y unos Berberechos de Muxia en coulis de tomate bastante buenos, aunque algo monótonos .

De lo que no teníamos duda es de que el segundo debía ser un arroz, ya que habíamos oído maravillas de su especialidad y, por tanto, fue el plato principal inevitable. Así pues sólo tuvimos dudas a la hora de elegir una de sus variedades. Al final optamos por el Arroz Negro, elaborado, como todos sus arroces, con arroz bomba D.O. Delta de l’Ebre. Luego resultó que nos trajeron otro, un Arroz del Chef, pero nosotros encantados igualmente con la equivocación. Una delicia por su cocción perfecta y matices gustativos, gracias a esa mezcla de ingredientes vegetales y marinos y un aroma ahumado muy peculiar. La cantidad un poco justa, eso sí.

Desde luego fue el arroz lo que más disfrutamos de esta comida, por ser además el plato en que se demostró un mayor grado de maestría entre aquellos que probamos. Fue una pena que el viento no perdonase, pues nos lo enfrió rápidamente. Para beber pedimos un Cristiari 2010 (Costers del Segre), escogido entre una carta de vinos correcta con una selección de blancos acertada y variada en denominaciones.

De postre, una Tarta de Mandarina que nos encantó: sencilla, suave y casera. En cuanto al servicio, que es muy amable, quizá un poco más se podría esperar, por ejemplo respecto al servicio del vino, ya que aunque lo suyo sea un estilo informal, los precios no son (menos aún en terraza) como para ir de pasotas. Pero, en general, todo bastante bien.

Merece la pena por tanto una visita a Kaiku durante esta época, mucho más plácido y agradable estos días de lo que seguramente estaba hace un mes. Y es que igual que esperamos impacientes la llegada del verano después de los meses de frío, también el comienzo del otoño se agradece… como esa calma después de la tempestad.

gourmetsterribles.com

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar