Nos gustó la experiencia

Hacia mas de 20 años que no iba a un restaurante ruso. DEsde aquellas epoca que en Madrid era muy habitual entre los jovenes lo de ir a "un ruso" ( El Cosaco) o a "un arabe"... etc . Con el tiempo me he ido aficionando a otro tipo de comida mas nuestra y he dejado de lado estas cosas exoticas que solo disfruto en vacaciones en el propio pais. Pero ayer decidimos ir a Rasputin. El local esta en una pequeña calle entre Bailen y Puerta Cerrada, y la oscuridad de la calle contribuye a dar mas encanto al local. EStaba vacio por el futbol (ayer estaba vacio Madrid como siempre que juega su equipo) pero el local es encantador. Mesas bastante separadas arregladas con esmero aunque la vajilla y coperio son simplemente normales. La decoracion es clasica con muchos iconos, matrioskas, brocados que dan calor al ambiente. Nos recibieron 2 camareros españoles ataviados con el tipico bluson ruso y nos recomendaron el menu que ademas de lunes a jueves tiene un 10 % de descuento. Lo leimos y nos parecio muy bien ya que hay muchos platos para elegir y asimismo decidimos que ya que estabamos alli, beberiamos lo que nos aconsejaran y nos trajeron una jarra de "sangria rusa" que nos explicaron que llevaba vino blanco, cava y vodka asi como gran cantidad de frutas naturales...una bomba ¡¡ pero afortunadamente no nos pasamos y acompaño la cena bien finalizando con un trago de vodka con limon invitacion de la casa. El menu que tomamos fue:
- Zakuskis: entremeses rusos variados con un poco de todo: varias ensaladas, marinados de salmon, trucha y arenque, bocaditos de hojaldre. Bien. Abundante y bien presentado
- Blini de avruga y otro de arenque con nata. La masa del blini me parecio muy basta pero quiza sea asi.. REgular

DE segundos:
- tartar cortado a cuchillo: Bien la calidad de la carne pero un poco soso ya que no esta preparado y solo ponen un poquito de cebolla, alcaparra, pepinillo y huevo que resulta insuficiente
- Strogonoff de buey con setas: Bastante bueno . Abundante

Finalizamos con unos postres exquisitos: tarta de yogur espectacular y otra de naranja y chocolate tambien muy bueno pero que eclipsaba la anterior.
El cafe de puchero bastante malo.
Nos salio por 50 euros todo esto. El servicio muy atento y profesional preguntando si nos gustaban los platos.

Por 25 euros por persona realmente merecio la pena salirnos de lo habitual. No sé si volveremos pero ha estado bien conocerlo.