Una pena. La comida es exquisita per el servicio es lamentable. Probamos

Una pena. La comida es exquisita per el servicio es lamentable.
Probamos la ensalada caprese, muy rica, y las lionesas de queso fundido, espectaculares. Como platos fuertes los ravioli verdini, algo escasos pero ricos, y el osobuco con risotto, delicioso.
De postre probamos el helado de leche de almendra y la pirámide con helado de toffe amargo. Los dos muy buenos.
El vino estuvo muy bien servido.
El local es algo frio, en todos los sentidos, pero me gustó.
La pena es el servicio. Cometen errores inaceptables. Contaré sólo un detalle: 20 minutos después de tomarnos nota, todavía no habíamos probado bocado. Entonces sacaron un carrito con 2 ensaladas caprese y las dejaron cerca de nuestra mesa. El camarero desapareció... Y 6 minutos después (6!!) volvió a la sala. Iba a servir las ensaladas a una mesa, entonces los comensales advirtieron que ellos no las habian pedido. El camareró procedió a retirar el carrito, pero al pasar junto a mi mesa le recordé que nosotros sí las habíamos pedido. Quiso ponernos las 2, pero sólo habíamos pedido una. Entonces se llevó a la concina la otra. 3 ó 4 minutos después volvió a salir el carrito con la ensalada, resulta que era para una mesa que llevaba un buen rato esperando. Podría contar varias situaciones parecidas... Lamentable.
El precio ronda los 45 euros por persona.
La cocina es muy buena. Làstima que el servicio esté muy por debajo de lo exigible.