Sin duda, es mi restaurante chino favorito y uno de los restaurantes a los que más he ido. Cuando no me quiero complicar en exceso y no me quiero gastar mucho dinero me suelo acercar por Casa Sabrosa, se de antemano que voy a salir satisfecho, sea el día que sea. Tiene un toque de calidad muy por encima de los típicos chinos pero con un precio bastante parecido.
A destacar los rollitos imperiales (estos si que llevan carne), el arroz crujiente, los fideos chinos con gambas o el pato crujiente (este plato siempre lo pido).
Eso sí, el servicio, como en la mayoría de chinos, bastante malo. Te suelen sacar todos los platos a la vez, aunque si comentas esto se puede evitar. Servicio de vino prácticamente inexistente.
Calidad/precio muy buena.