Me reafirmo. Merece la pena

SEgunda vez que voy a comer animada por la primera experiencia. Comida para dos personas en la que compartimos todos los platos aprovechando la ventaja de las medias raciones que en este caso son superabundantes. El comedor estaba a menos de la mitad como era de esperar en el mes de agosto. El servicio atento y de nuevo el vino llegó caliente y tuvieron que enfriarlo.. este aspecto deberian cuidarlo ya que al volver a traerlo, una vez enfriado ( se lo llevan) , el vino estaba muy frio.. Por ello voy a penalizar un poco la critica con el servicio del vino, que si bien la vez anterior no le di demasiada importancia, veo que es un "clasico" de la casa a cambiar. Ademas las copas son muy poco acertadas: gruesas y para agua.
La comida fue ( todo medias raciones):
- Ensalada de tomates ( enormes alli expuestos) con ventresca. Excelente materia prima y brillante ,a la vez que sencillo, aliño
- Tortilla marinera: coronada con almejas y salsa. Normal. Pensé que era la que probamos la vez anterior y no ha sido asi.Estaba buena pero ni mucho menos como la que recordaba
-Albondigas con trufa y foie: 4 albondigas con patatas fritas muy muy caseras. Muy ricas
- Callos con pata y morro. Muy buenos aunque algo gelatinosos de mas por el morro.

Postre a compartir: helado de queso fresco
2 cafes
Vino: Martinez Lacuesta crianza que es el vino de la casa a 16 €

Para volver porque como ya dije la carta es extensa. Comer raciones enteras no es precisamente barato pero con las medias raciones se queda mas que bien