Fuimos un grupo de 5 personas al mediodia invitados a una comida de trabajo. El local estaba lleno a rebosar y nos dijeron que hay que reservar con varios dias para los almuerzos. Al finalizar me quedó claro el porque...
Se trata de un local amplio con mesas relativamente independientes y bien aprovechado. Es la planta de calle y tienen aparcacoches.
Todo el servicio son mujeres bastante atentas y atiende tambien Pepa que es la propietaria y cocinera.
"promocionan" el producto de huerta y llama la atencion los esplendidos tomates naturales que hay en cestas. Mientras nos sentabamos pasaron por medio el restaurante unas personas llevando cajas de cebollas con una pinta estupenda. Pues bien logicamente te cantan fuera de carta la ensalada de tomate con ventresca..
La carta es muy completa y los vinos estan en unos folios grapados. A pesar de la apariencia tienen unas referencias aceptables a precios normales de restaurantes:es decir por 1,5-2. Pedimos para compartir:
- La famosa ensalada . Esplendida. Los tomates pelados, cebolla roja fresca, ventresca y el punto de aderezo de 10.
- Ensaladilla rusa que sirven con una ensalada de pimientos rojos. Excelentes las dos cosas
- Tortilla de patata casera. Buenisima . Con el huevo poco cuajado y un punto optimo de patata
Como segundos parte de los comensales pidieron rodaballo salvaje. Les trajeron una racion enorme y dijeron que era buenisimo. Yo pedí T-bone que la verdad es que me defraudó un poco ya que la parte que es como solomillo estaba bien pero la otra parte estaba seca en exceso.
Postres:
- Frambuesas con chocolate blanco
- Helado de arroz con leche
y algo mas que no recuerdo pero todo muy casero y bueno.
Cafes y para beber El Regajal 2009 . La copas son muy malas: pesadas e indicadas para agua. DEberian mejorar porque este detalle desmerece lo demas.
En resumen, para volver, mejor al mediodia y degustar todo lo que la sugerente carta tenia. No sé el precio pero la carta no parecia de precios excesivamente elevados.
REpetiré sin duda y ese dia no desayunaré..