Lo primero que se ha venido a la cabeza al entrar en este restaurante, es la cadena de tiendas de decoración francesa, “Maisons du Monde”, incluso hemos preguntado a la propietaria si los muebles lo había comprado allí.
Y entonces nos hemos enterado de algo que también nos intrigaba, en un restaurante llamado München, los platos que esperas encontrar son codillo, salchichas, kartofen y choucroute, mucho choucroute, todo ello regado con enormes jarras de cerveza. Y resulta que no, que el nombre viene porque precisamente los muebles del restaurantes lo han comprado en Múnich.
Bien, dicho lo cual, solo me resta decir que la decoración “muniquesa” me gusta, yo la definiría como una decoración estilo “ye-ye” pero supongo que lo entendidos tendrán otras maneras de definirla, ante mi incompetencia en estos temas podéis ver algunas fotografías.
Menú de diario, ya que por la tarde algunos también curramos. Como es normal varios platos a elegir entre los que nos decantamos por:
Crema de puerros con “norecuerdoqué”.
Ensalada con queso, buena.
Seguido de:
Dos de Conejo guisado con cebollitas y zanahorias, apetecible y el conejo en su punto exacto.
De postre:
Helado de “tampocomeacuerdo”.
Queso fresco con mermelada de grosella.
Botella de vino blanco , perfecto de temperatura servido en cubitera, y agua incluidos en el menú.
Café y cajita de infusiones con varias opciones para elegir.
El servicio atento, rápido y servicial a cargo de la propietaria, y una amplia separación de mesas acompañada por un más que adecuado servicio de mesa, incluida cristalería Schott, ha hecho que nos sintamos cómodos y con la intención de volver a menudo.