Poder cenar decentemente en la ciudad muniquesa es una posibilidad remota y/o extremadamente cara. Por suerte, pude disfrutar de una cena muy similar a cualquiera que podríamos decir "estandar" en nuestro país a un precio razonable.

El poder cenar una buena ensalada, con sus tomates, sus diversos tipos de lechugas, con sus quesos y sus especias y condimentos tan similares a los nuestros mediterraneos, un pescado fresco bien hecho a la plancha, una carne tierna y de calidad, y el poder maridarlo con un buen vino español a un precio sorprendentemente competitivo, es algo muy difícil de encontrar, y aquí se pude hacer sin tener que pagar las barbaridades que se pagan en Munich.

Encontrar sitios como este es complicadísimo. Uno puede recurrir siempre a la cocina italiana, que tiene su presencia en Munich, pero la inmensa mayoría de restaurantes ofrecen comida tradicional bávara, que ciertamente no es el fuerte de los alemanes de estas zonas. Codillos de cerdo, patatas asadas con textura esponjosa y elástica, perritos muy picantes y poco más, es lo que tiene que ofrecer la cocina de Baviera.

En este café-restaurante, con música en directo, uno puede cenar como en casa. Altamente recomendable por sus carnes y pescados, ensaladas y entrantes, tal cual lo concebimos aquí, algo tremendamente difícil de encontrar por Munich.