Segundo acierto consecutivo en Barcelona. Me gustó mucho el restaurante globalmente, aunque la sala no tanto. Estrecha, con unas 12 mesas pelín juntas. Mala insonorización. Ambiente luminoso y casi minimalista, con lienzos de madera pintados con tonos grises y ocres que lo hacen más acogedor. Música ambientasl que no molesta.
Servicio amable, pero un tanto robotizado (qué diferencia con el trato tan cálido recibido la noche anterior en Hofmann). Al final me preguntaron dos veces por la cena, lo cual muestra interés.
La carta solo contiene dos menús: Alkimia, largo y de "autor" (74€); y Tradicions, más corto y de cocina de siempre pero actualizada (58€). Me decidí por éste.
Cena para 1 pax:
Aperitivos:
Longaniza con chupito de agua de tomate y aceite: Ni fu ni fa.
Lecha (pez limón) con aguacate y una salsa que no recuerdo: Muy logrado, de sabores bien contrastados.
Coca de anchoas con escalibada. mantequilla de trufa y yoghourt: Estupendo el punto cristalizado de la masa con dos buenas anchoas, bien limpias.
Canelón de pollo payés con bechamel de almendras y ensalada fresca: Clásico del local que me convenció. Lograda la salsa, para nada pesada.
Arroz de ñoras y azafrán con cigalas: Perfecto el punto del arroz pero para mi gusto, un poco fuerte de sabor. Bien la cigala por su frescura.
Rodaballo con verduritas y láminas de panceta curada: Perfecto el punto del taco de rodaballo, pero desafortunado lo de la panceta. Creo que formaba parte de una témpura que me resultó de textura gomosa.
Espaldita de lechazo churro con crema de topinambur y salsifis: Qué maravilla de sabor!. Equilibrio entre el sabor acentuado del cordero y el de romero. Nunca había probado los tubérculos que lo acompañaban; me gustaron.
Gazpacho de melocotón con pepino y yoghourt: Perfecto por su frescura después del cordero.
Flan de queso fresco con pera escalibada y regaliz: Otro buen postre, pero hubiera sido más acertado uno caliente como colofón a la cena.
Ponen dulces en la sobremesa de fantasía. Destacaron un bombón de cacahuete y un chupa-chups de chocolate blanco relleno de fruta de la pasión. Qué explosión de sabor tan intenso al morderlo entero en la boca!
Panes: Uno de nueces y otro blanco estupendo.
Servicio del vino: Tienen sumiller dispuesta a ayudar y una carta de vinos completa. Precios rozando x3 (ejemplos, José Pariente Verdejo a 24€ o Pitia a 60€ sin IVA). Buenas selecciones incluso internacionales, incluyendo unos 20 cavas y champagnes. Tienen una docena de opciones de vinos por copas. Elegí, dados los precios de la carta, Més que Paraules 2008 de Pla de Bagés, servido en copas Riedle y perfecto de temperatura. Lo de los precios, como siempre, le resta una puntuación mejor en este apartado.
Precio total: 78.65€ (incluyendo IVA, y dos copas de vino a 6€ por copa).