Pequeño restaurante con decoración rústico-marinera en el paseo marítimo de Vilanova. Apenas una docena de mesas muy juntas y de tamaño justo. Dispone, además, de una carpa en una placeta del mismo paseo, que es donde hemos almorzado. Mesas tan juntas que apenas permiten el paso y de tamaño justo. Sillas tipo cámping bastante incómodas. Mantelería y menaje de batalla. Servilletas de papel acolchadas. Copas muy sencillas. Dos camareras, ambas extranjeras, que cumplen con corrección, sin complicarse la vida. A pesar de nuestras dudas con la carta, hemos desistido casi inmediatamente de conseguir algo de ayuda por su parte. Comedor lleno de una clientela compuesta principalmente por jubilados, con alguna familia con niños pequeños y muy ruidosos. Dispone de una carta bastante extensa (en castellano, catalán e inglés), con predominio de mariscos y pescados, y varios menús, incluidos tres menús infantiles consistentes en platos combinados. Más info en http://www.elrossegall.cat/. Carta de vinos corta con algunas referencias catalanas. Precios x3 aprox.
Mi hijo ha tomado uno de los menús infantiles, compuesto por pollo asado (correcto), espaguetti (regular) y ensalada (psé), un refresco y un par de bolas de helado como postre. En total, 8,65€.
El resto hemos compartido unos aperitivos, de los cuales hemos tenido que devolver unas tallarinas por tener excesiva arenilla, por mucho que la camarera ha intentado convencernos de que era normal que la tuvieran debido a que eran frescas...
Además:
- Mejillones al vapor (8,90€) - Sin duda, lo mejor, con diferencia, de la comida. Sabrosos y en su punto.
- Almejas a la marinera (14,75€) - Salsa insípida.
De plato principal, un arroz negro (12,95€/pax) para 3 donde sólo destacaba el sabor de la sepia.
De postre, un pastel de avellana (3,85€) consistente en un semifrío de aspecto industrial y sabor escaso escondido entre unas montañitas de nata montada y caramelo líquido.
Para beber, una botella de Torre del Veguer Muscat 2010 (13,95€) con su cubitera, un par de aguas de litro (2,55€/ud.) y un cortado (1,60€). Ha sido un detallazo que nos pusiesen la cubitera encima de la mesa, justo donde daba el sol...
Además, 0,95€ en concepto de "servei/pa"...
Al lado y enfrente han tomado el menú degustación, que aparece en verema con un descuento del 20%. Sinceramente, no es que invitase a degustarlo. Ni el xató, ni las frituras, ni ná de ná...
Dudo mucho que volvamos. Nunca habíamos ido a Vilanova. Teníamos curiosidad por probar el pescado que tomamos en casa, pero in situ. No ha salido bien. Ni siquiera las vistas son buenas. No da a la playa, sino al puerto.
Como punto positivo, hay un parque infantil público pegado a la carpa. Se puede vigilar a los niños desde la mayoría de las mesas. La zona azul, a 5,-€ las 3 horas los viernes, sábados y domingos de 11 a 18:30 h., si no ando errado, aunque no nos ha costado demasiado aparcar gratis.