Correcto restaurante italiano, situado en Battery Park, perfecto para comer a la vuelta de la Estatua de la Libertad. Mesas muy juntas, con vajilla, cristalería y manteles correctos, sin más. Servicio rápido y agradable. Ofrecen carta y menú a 25 dólares. Elegimos la segunda opción, un menú bastante variado y que se ofrece toda la semana. Los primeros fueron un "crostino", una tostada con judías blancas y ensalada por encima, y una polenta, servida también con ensalada y una mejorable salsa de tomate. De segundo pollo con la misma salsa de tomate y más judías y una "salsiccia" con verduras, bastante picante. Este último el mejor de los cuatro platos. De postre un tiramisú y un "budino" (no los recuerdo demasiado, así que no creo que fuesen espectaculares). Para beber agua.
El restaurante tenía una terraza que estaba cerrada, pero que en verano debe ser maravillosa, a la orilla del río y con excelentes vistas.
El precio en dólares, incluye el menú, los impuestos y la propina, que amablemente y supongo que para que no te confundas al sumar, ya te viene cargada en la cuenta (un 18%). Estupendo detalle.