Buen sitio para quedar bien

Local muy espacioso, con separación para fumadores y no fumadores.
Mesas amplias y bien vestidas, con mantelería especial, ya que va decorada con el anagrama del restaurante.
La iluminación es adecuada y suficiente. No puedo opinar de la música porque no la escuché.
Vajillas y copas adecuadas. Nos cambiaron las copas por una mejores sin solicitarlo, en función del vino pedido.
El servicio muy atento y agradable, además de guapas. Él también era atento y agradable, le hicimos venir tres veces antes de hacer la comanda.
La carta de vinos bastante clásica, con representación de vinos de la Comunidad. Bastantes referencias y buen surtido. Los precios, de restaurante, ya está todo dicho. Tomamos un vino que figuraba como recomendación. Nodus, de “Bodegas de Utiel , elaborado con Cabernet Sauvignon, Merlot, Sirah y Bobal. Estaba muy aromático, sobre todo muy frutal al principio, redondo, carnoso y sabroso en boca. Evolucionó muy bien en la copa, mostrando los seis meses de barrica al final, con unos aromas de crianza muy finos y elegantes. Me gustó. (16 euros)
La carta es de orientación mediterránea, pero hoy en día ya se le puede encasillar mas de clásica que de moderna.
Tomamos primero un aperitivo que no habíamos pedido, ensaladilla rusa (4 euros), que tuvieron el feo detalle de cobrarnos.
Encargamos, todo para compartir, un carpaccio de bacalao al eneldo, que estaba regular. Para mí que lo habían marinado demasiado.
Después unos chipirones con su tinta y jamón ibérico. Este plato fue el mejor de todos, estaba exquisito. Tiernos los chipirones, que parecían sepias pequeñísimas, y un picadillo de jamón, que aunque parezca mentira, les acompañaba muy bien.
A continuación tomamos una brocheta de rape y gambas, que también estaba muy buena. Iba cada pieza envuelta en una fina capa de bacon que apenas se notaba. Plato de sabor muy complejo y completo.
Para el último plato pedimos un solomillo al foie con reducción de pedro ximénez. La carne muy buena, en su punto, el foie también. Un plato a la altura de los anteriores.
Finalizamos con dos sorbetes de limón, porque ya no podíamos más.
El café estaba bueno. Esto hoy es difícil de decir, cada día es mas complicado encontrar un buen café.
En conclusión, un sitio al que cada vez que voy, y ya han sido varias, pienso que tengo que volver. Precio para dos personas 97,37.

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