Decía la versión de Los Mustang, del San Francisco de Scott McKenzie, ….la ciudad desierta, me parece muerta…., y esa fue la sensación que me dio Madrid. Algún amigo me ha preguntado que tal esos día por Madrid, y creo que se puede resumir en una cosa buena, y una mala.
La buena, que no he tenido ningún problema para aparcar en la puerta de los mejores restaurantes de Madrid.
La mala, que estaban todos cerrados.
Bien vamos a lo que interesa. Un tipo restaurante que intento no perderme en mis viajes a Madrid es algún asador tipo Asador de Aranda, bien el de las Rozas o La Tahona de Capitán Haya.
En esta ocasión al estar La Tahona cerrado por vacaciones, llamé a Las Rozas. Hay otros de la misma insignia en Madrid, pero soy animal de costumbres.
Un restaurante con capacidad para 350 personas, con una preciosa terraza interior ocupada esa noche únicamente por tres personas.
Cuando uno va a un asador de este tipo, si sabe a lo que va la lectura de la carta es muy rápida, así que, del “menú Asador” de 35€ (menos un 10% de descuento)…..
De postre….
Hojaldre con Crema Pastelera. Muy bueno. Y digo yo que debe de ser como los que hacen en el pueblo de Gasti, porque de Torrelavega no era.
La Cuenta ascendió a 31,50€, con el descuento del 10% y una cerveza que no me cobraron, supongo que a cambio del vino que si incluye el menú.
Como tengo claro que por Madrid no pienso aparecer más un mes de agosto, seguramente en la próxima ocasión el lechazo estará como de costumbre.
Local de la Cadena El Asador de Aranda que a pesar de dar directamente a la Ctra. de La Coruña tiene un difícil acceso si no se conoce.
Típico local con decoración castellana pequeña barra y el horno de asar a la vista.
He visto comentarios de otros asadores de la misma cadena criticando que la carta es muy corta, precisamente bajo mi punto de vista, esto es lo que garantiza la calidad de los asados, ya que básicamente es lo que hacen y si vas al Asador de Aranda no es para comer ni paellas, ni pescado….. para eso hay miles de restaurantes, El Asador de Aranda es para comer una ración de cordero lechal en su punto y punto.
Pedimos el menú clásico 36€, que consiste en un plato de chorizo y morcilla de Burgos y de segundo un cuarto de corderito para dos personas. Mención aparte merece el pan recién hecho y muy, muy bueno.
Tomamos cerveza, agua, postre y como siempre nos invitaros a sus famosas rosquillas acompañadas de unos chupitos de pacharán. Solo tuve que insinuarle al maître que esas rosquillas le gustan mucho a mi mujer, para que apareciera con una bandejita de albal con un par de raciones para llevar.
Precio total para dos personas, incluidas las cervezas, el postre, y las rosquillas 72€.
Si queréis otro tipo de cocina ir a otro sitio, si queréis comer lechazo, un diez.
-
rosquillas acompañadas de unos chupitos de pacharán
-
cuarto de corderito para dos personas
-
chorizo y morcilla de Burgos