Restaurante agradable y acogedor con las mesas amplias en las que uno come

Restaurante agradable y acogedor con las mesas amplias en las que uno come a gusto.
La comida estaba bien, destacando el chuleton a la piedra. En cuanto al servicio del vino, recibimos un trato agradable y bueno por parte de Alex, el cual nos trajo tres cartas, mejor dicho nos trajo tres libretos con las mas de 150 referencias de las que disponen, cada una de ellas aconsejando un maridaje adecuado o recomendable.
El precio medio por persona sin vino se situa aprox. sobre los 30€, vino no incluido.
Me gusto mucho y seguro que repetire.