Una grata sorpresa

El Restaurante está ubicado en un entorno maravilloso: una ermita del S. XVIII entre pinares, olivos, cipreses. Un relajante sitio atendido por un servicio extraordinario, atento y amable.

Innumerables son los detalles que hacen más agradable la comida: mesa redonda, con manteleria y servilletas de tela, cubertería y cristaleria de diseño. cortados servidos con la leche separada en jarrita individual.

Exquisita la tempura de verduras, el timbal, las puntillas, los hojaldres de morcilla, las carnes y pescados y los postres.

Sitio agradable donde se puede disfrutar de una larga sobremesa en el acogedor porche y luego disfrutar del paseo entre olivos.

Carta de vinos no muy larga pero con muy buenos precios.

Entre semana tienen un menú con opción entre 6 primeros, 6 segundos y postre, bebida y café por 15 euros con los mismos niveles de calidad (servicio, etc.)

  1. #1

    Cesareo

    Fuimos 4 parejas a comer un sabado al mediodia y teniamos encargadas 1 paella de arroz negro para 6 y un arroz del terreno para 6 personas, pues no habia ni para 3 en cada paella, fue horrible y tubimos que comernos un bocadillo en otro restaurante, la dueña se rio en nuestra cara cuando le dijimos lo que pasaba y el servicio dejaba mucho que desear, pedimos pan y lo trajeron cuando ya habiamos comido, fatal.
    los comentarios de arriba son del 2010, ahora tiene nuevo dueño y no tiene ni idea de lo que es llevar un restaurante.
    no lo aconsejo, prefiero comer en casa pilar tambien en artana aunque sea un poco mas caro pero comes de lujo.

    saludos

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