Menuda sonrisa me ha provocado el leer este sitio. Hace muchos años que estuve allí y comimos de maravilla. El sitio es austero y con unos aires de taberna brutal, aún recuerdo las mesas y sillas de madera (comimos dentro), y es verdad, la fabada buenísima y las chuletas de vaca ¡te cagas!. ¿No intentarías robar la cruz de Pelayo que cuelga del puente, verdad?, que te conozco.