Otra opción

Acudimos 3 comensales a este restaurante de no larga trayectoria, con profesionales de nivel más que contrastado en otros establecimientos de restauración en Cantabria. De los tres, soy el único que no he probado aun su cocina, teniendo los otros 2 muy buen concepto.

Ubicado cerca de Puertochico, lugar de copas, tapas y con un buen numero de restaurantes, de los que podemos llamar “no clásicos”.

Buena recepción, local alargado, con decoración mas bien minimalista, techos algo bajos para mi gusto, mesas bien vestido con mantelería blanca y vajilla, copas y cubertería de nivel mas que aceptable.

De aperitivo junto a dos cervezas y un fino, cecina con unos colines de pan. La cecina buena, sin añadirla nada y es de destacar un color más bien de tipo jamón, sin estar muy curado (sonrosada), al preguntar al responsable de sala, no nos dio ninguna explicación que aclarase nada al respecto.

Hemos compartido, con emplatado individual en la presentación:
- Ensalada de chicharro escabechado y cebolla caramelizada: buen escabeche, la cebolla pasó el aprobado y a mi juicio perdia algo la presentación, al poner en la base demasiado elemento verde, donde predominaba la lechuga.
- Corazones de alcachofas en tempúra con salsa al curry: bien hecha la tempura pero la salsa tapaba a la alcachofa, buena presentación y ración amplia.

De plato un comensal opto por rape al a plancha y dos por timbal de rabo de toro, con queso de cabra.

El rape se había pasadazo en el punto de sal y así se comento al jefe de sala, que en el momento de la cuenta tuvo el detalle de no poner este plato en el debe.

El timbal bien presentado, pero otra vez el acompañante tapaba al ingrediente principal.

De postre solo una persona tomo un helado de requesón.

Carta de vinos imaginativa con clásicos y otros no tanto, con denominaciones y dentro de ellas vinos que no es frecuente encontrar en esta zona. También vinos extranjeros, sobre todo en blanco y Champán.

El servicio del vino, lo habitual, pero con buen temperatura y con un responsable de sala, que medio la sensación de saber y vivir el vino. Los precios del vino ajustado, creo que en general multiplicado por 2. Tomamos Viña al Lado de la Casa 2006 de bodegas Castaño. (22 euros)

Dos cafés y un te verde, petit fours, junto a un Bourbon (con botella depositada en la mesa) y un GT completaron la comida.

No se el precio final de la comida, pero los precios no son altos.

Los tres comensales, coincidimos a la salida que hay que dar más oportunidades al local al suponérsele potencial.

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