Restaurante El Bigotes en Ibiza
Restaurante El Bigotes
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
32 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
9.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Pescado con patatas
Opiniones de El Bigotes
OPINIONES
4

Otro de los lugares que me quedaban pendientes en la isla. El incordio de tener que ir allí a pedir personalmente la mesa en el pasado me había frenado. Parece ser que, desde que la gerencia corre a cargo de los herederos del bigotes, resulta más fácil: disponen de un teléfono móvil al que puedes llamar para reservar (de 11.00 a 13.00 h.) aunque te piden que vuelvas a llamar para confirmar el mismo día de la comida.

En cuanto al local, mobiliario, vajilla y demás menaje esperaba menos, ciertamente. Supongo que son otros aspectos que también han ido mejorando con los años. El entorno es espectacular (nuestra mesa no estaba en primera línea. Estaba en la mismísima línea cero al borde del muro donde rompen las olas, aunque ese día la mar estaba calmada como una balsa de aceite). Sentados en la mesa de cabecera el bigotes y su mujer (posteriormente se añadieron otros familiares o conocidos) como partes de la decoración. Vestidos de manera sencilla, con una gorra ella, comen pimientitos fritos y beben vino directamente del porrón o catalana mientras sobre el fuego de leña se va cociendo el bullit de peix sobre una gran cazuela. Contemplarlos así, prácticamente sin hablarse, matando alguna mosca él, acompañándole ella... es una estampa enternecedora. Te hace recordar que detrás de esta isla de lujo, glamour, dinero y excesos, subyace la cultura mediterránea sencilla, acogedora con el forastero... Me recuerda mucho a mi tierra, a mi familia...

Entre las 13.30 y las 14.00 llegan todos los comensales al lugar. Son españoles en un porcentaje muy alto. No hay mesitas de dos y ves como algunas parejas que no se conocen de nada acaban compartiendo una misma mesa. Es importante saberlo para quien tenga reparos. Los que vimos por allí en esta situación, sin embargo, parecían felices y contentos con la situación y estableciendo conversación fácilmente con los "inesperados" vecinos (la tónica general en la isla es el buen rollete). En nuestro caso, las cuatro personas que viajamos juntos estuvimos en una mesa exclusivamente para nosotros. Pedimos tercios bien fresquitos (ofrecen Estrella, San Miguel o Coronita) y los acompañan con aceitunas y pan con allioli.

Pasadas las dos comienzan a repartir las fuentes con el bullit. Se trata de un guiso con patatas y pescado del lugar. Aquí se supone, y no hay por qué desconfiar, que lo elaboran con las capturas que el propio bigotes hace diariamente con su barquita. Es, pues, un plato con apariencia "rudimentaria", mucho menos "bonito" que los otros bullits que he tomado en restaurantes de la isla. Siento no enumerar los pescados que nos sirvieron y ahora me arrepiento de no haberlo preguntado. Me la juego y me aventuro a adivinar algunos: Gallineta? Mero? Escorpa?... Algunos filetes son prácticamente carnosos, sin apenas espinas. Otros, sin embargo, son pescados enteros que cuesta desespinar. Hay cabezas de otros... El acompañamiento es patata y un jugo riquísimo que tomamos directamente a cucharazones desde la fuente donde se ha servido dado lo bueno que está. No hay mucho más: azafrán? Pimentón, tan característico en la cocina mediterránea, me parece que no. Al menos no se nota. Tampoco laurel, ni cebolla, ni moluscos, ni mariscos... Es la esencia pura y dura. Un guiso sencillo a rabiar pero muy bueno.

Mientras acabamos con el plato (nos dan a repetir), el caldero vuelve a romper el hervor sobre la hoguera. Aprovecho, me meto en el mar y me doy un baño: qué gozada! Se está preparando ahora el arroz caldoso con el jugo del pase anterior. En otros restaurantes el arroz de bullit se servía seco, en paella. Aquí no: caldoso. Se reparte nuevamente en fuentes a cada una de las mesas. Dejamos reposar un poco y lo tomamos: sabor, sabor y sabor. Además, punto exacto del arroz y buen puntito de sal.

Acabamos es festín con una bandeja de frutas que no desmerecen para nada: brevas, sandía y melón de 10, espectaculares. Los albaricoques un poco más flojitos.

Hemos tomado Martín Codax (entre dos) y los otros dos han seguido con cervezas y agua. No esperaba carta de vinos aquí aunque sí disponen de ella, con pocas referencias, eso sí: 5 o 6 blancos, 3 o 4 rosados, 1 cava y 4 o 5 tintos.

En definitiva, un lugar poco al uso al que pienso que hay que acudir aunque sea una vez en la vida. Yo, aunque no me gusta nada aquello de visitar un restaurante en plan turista por la singularidad del mismo, volveré seguramente porqué me gustó la comida y el entorno me pareció fantástico.

Llevaba varios años sin acudir al Bigotes y he de reconocer que no cambia en sus líneas generales. La comida continúa igual. Excelentes las patatas que acompañan al pescado. El arroz, sabroso. El vino aceptable. La vista del Bigotes y su porrón, forma parte de la decoración. Por cierto ¿come todos los días de la temporada lo mismo?
El servicio ha mejorado y te atienden en varios idiomas.
Muy recomendable.

  • Pescado con patatas

    Pescado con patatas

Poco más que añadir al comentario anterior.

No se puede reservar por telefono, porque no tienen. Y en Agosto en mi caso habia una espera de 10 dias.

Nosotros tuvimos suerte. Fuimos a las 10h y nos dijeron que lo tenian todo lleno hasta una fecha 10 dias posterior, pero que si queriamos que pasasemos sobre la 13:30 y si alguien fallaba nos podriamos atender. Y asi paso. A las 13:30 alli estabamos.

Nos sentaron con otra pareja y a escasos 2 metros del agua comimos un bullit de peix muy rico y un arroz muy sabroso.

De lo mejor de la isla para el bullit de peix.

Antiguo merendero de playa,ubicado en un entorno unico, y sin ningun tipo de lujos, donde se va a comer un pescado fresquisimo.El entorno del restaurante es sencillo, mesas y sillas de madera, no hay mantel, copas y vajilla sencillas.Es posible que os toque compartir mesa con otros conensales desoonocidos.

Desde el mismo merendero, tienen las barcas desde donde salen a por el pescado cada mañana. A destacar la calidad del producto y que la cocina es a leña. Disponen de un servicio a las 12:30 con pescado fresco (16 euros) y un servicio de bullit de peix (21 euros) a las 14:30. La carta (no hay, pero en una puerta la tienen puesta), solo dispone de los dos servicios que os acabo de comentar y 2 entrantes (ensalada y pan con ajoaceite y olivas). Como postre solo tienen fruta fresca.

Una vez llegamos a las 14:00 puedes ir viendo como sobre el paellero de leña, a escasos 2 metros del mar, hay una enorme cazuela de hierro que abastecera a todas las mesas, donde se remueve poco a poco, un guiso de pescado y patata, que desprende un olor increible.

Una vez van sirviendo el bullit, van preparando otra cazuela de las mismas dimensiones, donde hacen el arroz con el caldo sobrante, y se sirve unos 30 minutos despues. El sabor del bullit y del arroz era muy bueno, pero el punto de coccion del arroz se les fue un poquito.Ayy, los valencianos somos muy exigentes con el punto de coccion del arroz.

Cantidades muy abundantes, y aun asi, siempre te ofrecen si quieres repetir del bullit o del arroz. Disponen de varios vinos.Nostros tomamos cerveza.

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