es un restaurante de playa, a 5 metros de la arena, pero con una paella de bacalao a 20 euros por persona...
el entorno es fantástico, gracias en parte a su instalación en 1952 (hoy no habría dinero para pagarlo o negocio para rentabilizarlo, o quizás sí...).
la carta no está mal, muy tradicional y poco creativa, de la de siempre, de la 1952...
los ingredientes y su calidad están bien, correcto, nada espectacular, pero bien...un carpaccio de gambas con cebolla, quizás con maiz tostado es más juguetón, pero no es el sitio de ponerse juguetón, no les va eso. el arroz estaba decente.
y el servicio? pues el servicio justito. muy justito.
de entrada les ha costado darnos mesa...(claro, sin reserva....)pero es que al irnos (cinco de la tarde) no habían ni llenado medio comedor (quizás nuestro aspecto juvenil, no tanto como el de la "jefa", vaya mix, el maitre con americana y corbata y la jefa a lo moderno con tejanos y blusa por fuera, con lo bien que funcionaba antes el tergal) les ha frenado, no sé...
después amabilidad. debe estar, debe existir, nada de hacer la rosca, eso no gusta, hablo de amabilidad, cordialidad, respeto pero cercanía, es tu casa, es tu carta y yo alguién que he venido a pasarlo bien...o démosle otra vuelta, estoy pagando un 30% más y quiero sentirme cómodo, la incomodidad no tiene sentido, más que nada porque has montado el restaurante para que venga gente no? y además no sabes qué voy a comer y beber, ni mucho menos cada cuanto puedo volver si me gusta o lo que es peor, a quién puedo contarle que llevas casi medio siglo y cometes errores de princiante.
amabilidad es lo que nos permite cubrir pequeños deslices como esos golpecitos constantes y repetitivos con la botella a los vasos al servir el agua, o ese traernos el cafè a todos, tengamos postre o no, por que eres incapaz de hacerlo cuando toca o piensas que seguro que me gustará frío(???)
la amabilidad sirve para esto, porque si encima no eres amable, cobras un 30% más, el usuario que disfruta comiendo, no el que viene a alimentarse, pues le estás chafando el día y pasa lo que pasa, que varios días después aún tengo esta impresión.
el piloto automático no debe usarse nunca, y menos cuando quieres vivir de ello.