Excelente experiencia

Día libre, y con sol, una de las grandes fortunas de la comunidad valenciana, 320 días de sol asegurados, y una buena forma de aprovecharlo es ir a comer a este restaurante, con algunos defectos, pero no defraudará.

La entrada, por desgracia, es fría, pues pertenece a un complejo de varios negocios, y comparte servicio con ellos, esa es la única pega seria para este local, a partir de ahi, todo va a mejor.

Recepción amable y educada, a la entrada la cava de vinos, con una modesta variedad de vinos, principalmente nacionales, exceptuando 3 internacionales, uno chileno, otro australiano, y el 3º no lo recuerdo.

Elegimos menú degustación, que consiste en 2 aperitivos, 3 entrantes, carne, pescado y postre.

Los aperitivos una espuma de coliflor con aceite de chufa presentado en vaso largo de chupito, luce bien y sabe mejor. El otro, magret de pato ahumado, excelente textura y sabor.

De entrantes, ensalada con tartar de atún, muy bien trabajado el tartar, sabroso y untoso, sin sabores discordantes, muy bien equilibrado, el siguiente, foie mi cuit con pincel de calabaza y brioche, de inicio un pelín frío, pero que enseguida coge temperatura y se unta con facilidad, sabroso y bien acompañado por el dulce del brioche. Como tercer y último entrante, pulpo en lecho de patata, increible el punto del pulpo, se deshace con facilidad, conserva muy bien el sabor y la crema de patata muy buena, no usan pimentón, que quizá se eche en falta, pero ayuda a que no te sature de sabor.

Pescado, mero con caldo de jamón ibérico, el mas flojo de los platos, una pena por que el caldo esta muy bueno, bien marcado el sabor del ibérico, pero el mero excesivamente cocinado, que se convertía casi en un chicle, de verdad, una auténtica pena.

Carne, cordero asado a baja temperatura con lentejas, muy bueno, las lentejas conjugan muy bien con el sabor de la ternera y no se enmascaran los unos con los otros.

Postre, helados de eucalipto y chocolate con boniato, muy cremosos los helados y bien diferenciados los sabores.

Para beber, Quincha Corral del Terrerazo, simplemente excepcional, color cereza intenso, muy vivo, lagrima fina, olor a fruto de bosque y casquería, poco marcado el barril al inicio, pero luego hacen presencia pero sin enmascarar otros olores, en sabor, acido leve, persistente en boca y que favorece el siguiente trago. Un gran vino, con todas las letras.

Una pena ha sido que estuviéramos nosotros 2 solos en el restaurante, por mi encantado, 2 camareros para nosotros 2, cristalera y vistas al puerto, pero está claro que con "tanta" afluencia, no sé cuanto durará abierto.

El porque subió tanto el precio es por el vino, 55 euros la botella de quincha corral, el menú son 45 euros, a eso sumar los cafés y las cervezas previas. Sinceramente, si uno cuida el precio del vino (y sin cuidarlo), uno no se arrepiente de pagarlo y lo disfrutará.

Un saludo

  1. #1

    Aloof

    a ver si en vez de mero era perca del nilo,el vino los 56 pavos que vale es un poco mas que el precio de bodega o sea un precio "cojo--do"

  2. #2

    Juan1979

    en respuesta a Aloof
    Ver mensaje de Aloof

    Todo es posible, quizá era perca del Nilo o mero fibrado de gimnasio, pero la conclusión es la misma, estaba duro de narices. Lo del vino, conforme vi el precio, por eso me lo pedí. Y como digo, no me arrepentí.

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