Para contentar a todos (grupo de trece) concretamos el menú y cerramos el precio a la hora de hacer la reserva (amabilidad en la atención telefónica). Tomamos un buen plato de patattas a la riojana (buenísimas), ensaladas (tomate, lechuga, cebolla...) y carne al sarmiento (panceta, chuletillas, morcilla, salchicha, chorizo...) que se hizo ante nosotros en la chimenea del saloncete "privado" en el que estábamos. Postre (no recuerdo, ¡vaya memoria!), pan (en gran cantidad), vino y agua por 20 €. Comida en abundancia, rozando la exageración. Los cafés y copas a parte.

El entorno es correcto, aunque pierde al situarnos en el sotano. El servcio muy amable y cordial. No puntuo servicio del vino pues soy incapaz (no vi la carta y con el vino joven del menú sobran las ceremonias de cata, decantación...).