Espectacular, pero va a ser que no...

Marco icomparable, escenario paisajístico e interior excelente, calidad altísima en loza, cristalería, cubertería y mantelería, deficiencias en un elemento básico, el servicio.

La cuberteria de plata, la mantelería Bassols y las copas Spiegalau (si mi memoria no me falla) se quedan pobres ante una carta con poca diversidad, és más amplia la carta de aguas que las opciones de carne o de pescado, servida con mucha atención pero poca profesionalidad....lo cual es sorprendente, pues si has invertido tanto en infraestructura porquè no invertir en formación sobre cómo atender al cliente??
què vino tomar y porquè?
ubicación de los clientes dependiendo del momento del día y evolución solar?
los aperitivos, arriesgados por cierto, no son introducidos como algo atractivo y muestra de la creatividad de la cocina, sino como algo rutinario, con el agravante de que si no triunfan (como fue el caso) no se sabe procesar la información con habilidad.
en nuestro caso teníamos alergía a un producto, pedimos eliminarlo de un entrante y apareció en el segundo "porque hay muy poco"....
las cantidades son muy ajustadas y encima se da el caso de que la guarnición del entrante puede repetirse en el segundo....algo inaúdito a 25 euros el plato...
en resumen, emplazamiento fantástico, sea por coche o helicòptero, detalles funcionales extremadamente cuidados, detalles operativos torpes y decepcionantes para un local de este nivel.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar