Día de reencuentros

En plenas vacaciones de Semana Santa, las calles de Dénia mostraban un aspecto inmejorable. A ello contribuyó también la magnífica temperatura y la presencia en la calle Loreto y sus aledaños del ya típico mercado medieval y de artesanía. Mucha gente paseando por las calles, mucha, locales ambientados y nosotros sin reserva en lo que vino a ser una cena improvisada después de la quedada de mediodía. Pasamos por delante de Cavallers y decidimos entrar a picar algo. Llevaba bastante tiempo sin visitarles.

No describiré nuevamente el entorno pues sigue igual de bonito y acogedor que siempre. A quien esté interesado le remito a la valoración que me precede, también mía. A modo de “recordatorio” resaltar que, para mi gusto, es de los locales más agradables de la ciudad tanto en el wine-bar de la planta baja como el salón del primer piso con un aire más moderno.

No teníamos excesiva hambre y configuramos la comanda rápidamente.

- Ortiguillas: Ofrecidas por Antonio “fuera de carta”. Si bien era de pequeño tamaño siempre se valora este manjar por lo distanciadas que se presentas las ocasiones de degustarlas. Se acompañan (aparte) con una especie de salsa de algas que combina a la perfección y potencia aún más el sabor marino de ellas.

- Sardina Kataifi: lomo de sardina perfectamente desespinado que se envuelve con una cantidad considerable de esta especie de fideos griegos y se pasa por la freidora. Delicioso.

- Croquetas de jamón ibérico: Me comentó Eva en una ocasión (la cocinera) que le encanta preparar croquetas y que prácticamente las ha elaborado con todo tipo de ingredientes. Tamaño considerable, forma perfecta, textura correcta y sabor intenso. Así sí.

- Pulpo a la brasa con morcilla de Burgos: También se nos sugirió cuando pedimos el habitual pulpo con pimentón y patata que sí figura en la carta. Delicioso. El grosor de las patas era exageradamente grande y, aun así, estaba perfecto de textura. Muy acertada la vinagreta con morcilla. Cefalópodos y embutidos juntos de la mano ya nos han dado más de una alegría.

- Espárragos de Tudela con velo ibérico: Nuevamente sorprende el calibre de la “pieza”. Su sabor no le va a la zaga y de nuevo acierto al combinarlo con una finísima capa de panceta muy veteada de grasa.

Resumen: cenamos como reyes y todo ello sin haberlo prevenido. Durante la cena tomamos una botella de Pazo de Señorans 2012 (interesante la carta de vinos) y unos estupendos cafés como colofón. Prometo no tardar tanto en volver.

  1. #1

    oscar4435

    El pazo , es el que llaman selección , que tal-.

  2. #2

    Antoni_Alicante

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    No. Era el básico, pero estaba muy bueno.

  3. #3

    Jotayb

    Toni, cenar como reyes con vino por 27 € es para volver más a menudo ;-)
    Me encantan tus disfrutes a esos precios tan comedidos :-)

    Abrazote.

  4. #4

    Antoni_Alicante

    en respuesta a Jotayb
    Ver mensaje de Jotayb

    Ese día tampoco cenamos mucho por qué a mediodía comimos bastante. Pero Eva cocina de miedo en Cavallers y siempre es recomendable aunque normalmente nos cuesta más.

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