Sencillez razonada y algo más...

Un local separado de la arena del mar de una bonita cala de Ibiza por...la carretera.. que imagino será un horror en verano y que no entiendo como no se ha desviado ya el tráfico y se deja la carretera de acceso a la cala exclusivo. Ganaría en paz y tranquilidad ahora que la gente va a los restaurantes no porque pasa por la puerta sino porque estás en la cala que has elegido por internet antes de salir de casa.

Hay varios locales en la misma cala, pero elegimos éste porque tiene buenas referencias en Verema y porque estaba en las jornadas gastronómicas de Baleares con un par de menús interesantes: el clásico del bullit que comenta Antoni Alicante y otro, el de degustación de plato tipico de la isla como es el sofrit de cordero de Santa Gertrudis. Ambos al mismo precio (35€) y acompañados por copas de vinos locales: Can Maymó malvasía y Can Richi selección 2011 (una copa de cada). Luego se añadió por cortesía de la casa un PX ligero (para lo que se acostumbra) con buen punto de dulce de Ximenez Espinola para el postre.

Un paseo por la playa para desfogar al pezqueñín que acució el hambre de los 4 y medio comensales y con la incertidumbre comentada en la sala previamente si podremos tomar dos menús de cada opción y que no se resolvería hasta la llegada del dueño.
Lamentablemente no se accedió (y eso que no estaba especificado y que amenazamos con separar con un pequeño espacio las dos mesas unidas en que estábamos sentados. Al final dos que no estaban por la labor del cordero y sí por el pescado, nos permitieron, dos de menú y dos de carta.

Nos sentamos con unas cervezas de presión y una clarita y un par de aceites: Guelo (con buen punto de amargo sin atosigar) y Joan Benet (correcto); unas aceitunas, un alioli y un pan correcto sin más. Todo ello se cobra como servicio por 2.50€ como precio total (no por persona)¿?.

El menú:
. aperitivo del chef como bienvenida: en realidad era del menú clásico pero allí se coló y se agradeció.
. canelón de aguacate con tartar de sirviola ibicenca y alioli de ajo negro: plato creativo, bien presentado con el tartar como relleno de un amplio canelón.
. revuelto de ortiguillas de mar ibicencas, con tripa de bacalao, ajetes y huevos payeses en "llonguet" de algarroba. Ese llonguet es un pan típico con presencia de algarroba que le da un sabor dulce, con forma de ovalada y que se quita la parte superior a modo de tapa quedando un interior vacio de miga donde se pone el revuelto.
Muy bueno el revuelto y contundente la presencia de mini (en realidad medio más que mini) bocadillo como entrante.
. sofrit de cordero de Santa Gertrudis a nuestra manera, con patatas y sobrasada de cerdo negro. De nuevo creatividad transforma el clásico sofrito en una base sobre la que descansa un buen cordero perfecto de cocción, meloso, en buena cantidad y se acompaña de una chuleta del cordero al estilo clásico.
. postre: coulant de flaó ibicenco a nuestra manera con corazón fundente de queso de cabra, gominola de hierbabuena y crujiente de queso: de nuevo creatividad en cocina sustituyendo el ya aburrido chocolate del coulant por queso local que se utiliza para ese flaó típico como pastel de queso en la isla.

Las de carta optaron por pescado fueron buenas raciones de:
. salmón al estilo thai con wok de verduras a la siha y langostino: perfecto el punto del salmón jugoso, sabroso, bien emplatado
. atún rojo en tatski con verduras a la soja guacamole y crujiente de queso parmesano: no convenció la preparación entre cocción y plancha, aunque se veía buena calidad.
Hubo un grave problema de descoordinación de servicio ya que el salmón se sirvió a la vez que los entrantes de los menús (porque se pidió para que el pequeño tomara algo de pescado) y el atún apareció con el final de los menús con lo que una comensal estuvo más de 30 minutos con una copa de vino blanco que amablemente sirvieron con los platos de pescado al igual que unos vinos dulces (malvasia / moscatel de la isla) para los postres que compartimos.

Se nota que hay cocinero: Moisés Machado, mejor cocinero de Baleares 2010.
Lástima esa sensación agridulce de no cumplir la expectativa (no indicaba lo contrario) que había ilusionado la visita: conocer ambos menús; por una parte un menú más creativo con elementos de la isla con distinta cocina (menú degustación) y conocer también el menú clásico, del bullit de peix de roca y su arroz a banda con sepia. La carta (pedimos solo un plato de pescado por comensal) aún abarató el coste, así que aún se entiende menos los inconvenientes puestos al principio.
Pese a todo, y en honor a la buena cocina, los incidentes (tema menú y retraso de un servicio) lo dejaremos fuera de las valoraciones por esta vez. Hay que tener en cuenta también que haber comido a la carta, hubieran subido de forma marcada el precio final, aunque no más allá de lo que se suele pagar en otros lugares de la isla.

  1. #1

    Aloof

    si estuviera aqui,el rest.,mañana iba a probar esas medio maric-onaditas.saludos.

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Aloof
    Ver mensaje de Aloof

    con lo que tu viajas tampoco te costará mucho tener oportunidad. Te gustaría.
    Saludos

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