Adentrado en el horizonte

Bueno por fin el día 16 de Junio, en mi cumpleaños pude cumplir junto a mi mujer y mi hija una de mis mayores ilusiones culinarias, ir al Restaurante Aponiente, dos estrellas Michelín que seguramente encuentre la tercera en poco tiempo, hablar de platos en concreto sería realizar especificaciones sobre una realidad genérica, por tanto me gustaría comentar la sensación que me dejo en global. Puedes ir a un restaurante y que te guste la comida, pero conseguir que disfrutes de cada momento desde que entras por la puerta hasta que después de tres horas salgas es muy difícil y no hablo de un entorno agradable o una tertulia amena, sino de disfrutar culinariamente desde el minuto uno. Fuimos por la noche aunque con estos menús tan largos siempre recomendaré el medio día, la noche tiene su encanto e introduce más en la fantasía. Desde el recibimiento, el trato las explicaciones y el acertado desarrollo del menú, hizo que todo tuviera un nota altísima. La comida la acompañamos con fino y albariño creo que de manerá acertada y económica. Bueno, experiencia recomendable, por lo menos una vez en la vida.

  1. #1

    Abreunvinito

    Felicidades por el disfrute que como bien dices, empieza al entrar y dura para siempre.
    Saludos

  2. #2

    jose

    A mi, casi dos meses después, todavía me dura la sensación de haber sido llevado en volandas.

    Saludos,

    Jose

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