Fuimos un sábado mediodia a primera hora (13h).El local es mono dada su ubicación y características de la zona y el servicio amable.
No es ningún lugar de alta gastronomía, sino un lugar más o menos informal, donde con la excusa de cocina de fusión, te ofrecen entre otros, Uramaki, Osomakis, Niguiris lo suficientemente tuneados o occidentalizados, para poder hablar de cocina de fusión. También ofrecen "Tapas exóticas", diferentes menús y unos kits para llevar que dan ganas de vivir por los alrededores.
La verdad es que aceptando la filosofia del el lugar y ya sabiendo donde entrábamos, salimos satisfechos y sin ningún problema en repetir, siempre que no sea sábado mediodia... :)
Empezamos compartiendo unos fideos tipo yakisoba que llevan por nombre Singapur y que son fideos de arroz, salteados al wok, con verduras, huevos estrellados y su "salsa secreta".
Tambíen pedimos un par de raciones de Uramaki:
"Mosquito" (témpura de langostinos, philadelphia, vertido y bañados con salsa doble cero ... ¿? ¿¿? ... ;)
Y california maguro (atún, aguacate, pepino cubierto con sésamo)
Y unos sashimi de pescado mantequilla.
Y nos trajeron los tres últimos en una misma bandeja. Los dos tiposs de Uramaki muy bien conseguidos y nos encantaron.
Hicimos el error de dejar el sashimi para el final y como los Uramaki tenían sabores potentes, encontramos el sashimi como "disgustado". En todo caso otro día o no pedimos sashimi o empezamos con él.
Todo ello con 3 cervezas y cafés salió por algo menos de 50 €.
Y ahora viene la explicació de los "sabados". Resulta que los sábados este restaurante ya anuncian en la web que tienen servicio de guardería para niños ... es decir que son "niños friendly". Y al final de la sala tienen como una especie de sala acondicionada con monitores y todo y me pareció de lejos, que algo acolchada. Ya lo habíamos leído y por ello fuimos a las 13 ...!.
A partir de las 13:30 / 13:45, empezaron a entrar grupos de padres con niños, cochecitos, de modo que se producían embotellamientos de cochecitos en los pasillos!. ¿Nada que objetar de los niños eh?. Ni tampoco los padres!!.Pero es evidente que muchos, muchos niños y muchos, muchos padres hacen ruido... mucho ruido...
Y antes de marcharse Marta fue a los servicios en el fondo de la sala y al salir, tras pedir paso y de esquivar la aglomeración, dijo una de sus frases "Nunca había visto nada igual!". Y tenía toda la razón ... :). Su última intervención, fué un dia en que fuimos en un restaurante "Rosa-Violant" y al entrar y viendo las mesas sin manteles, soltó "pero si esto es una taberna!!".
Please ... que no me ataque ningún madre / padre como ocurrió con el post de la Cocina del Uribou. Que no protesto .. Ya sabía donde me metía. Me limito a hacer cachondeo y prevengo los futuros vistantes ... (y prevengo en positivo y negativo). Que si algún lector es propietario de niños holligan, le estoy recomendando un lugar adecuado.. :)
En fin, que comimos bastante bien y es curioso el lugar. Seguramente vuelva algún día, pero nunca más en sábado mediodía!.
Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat
Había leído buenas críticas de este restaurante de fusión asiática y me decidí a probar.... Personalmente creo que el local y la decoración deja bastante que desear, pero en fín vayamos a lo que realmente importa que es la comida. Para picar pedimos unos makis de salmón (correctos), de primero una tortilla thai a base de verduras, germinados y cacahuetes (buena) y unas gyosas de verduras y langostino (buenas), de segundo un gratén de mariscos thai con leche de coco (a mí no me gustó, sólo sabía a leche de coco) y un pato a la naranja (que tampoco me gustó, lo sirvieron frío y parecía una masa gomosa de carne), de postres un fondant de chocolate (normal, tirando a flojo) y una degustación de tres postres de la casa: esto es tres vasos de chupito uno con yogur y salsa de mango, otro del mismo fondant de chocolate y otro de mousse de té verde con alubia roja (nada del otro mundo), dos cervezas, 72e, 2 personas.