Este restaurante era uno de los especializados en cocina gallega que hace lustros lideraban este tipo de cocina en la ciudad de Barcelona, actualmente pasa desapercibido y el local no ha cambiado un ápice desde entonces, necesita urgentemente una remodelación y puesta al día,  una limpieza a fondo para quitar las telarañas que cuelgan del techo, una buena capa de pintura, el tiempo no pasa en balde y si no eres capaz de actualizarte te quedas atrás, es lo que le pasa a este lugar, a Bernardino el propietario se le ve cansado, ha luchado mucho durante años, pero quizás sería mejor un parada técnica y una puesta al día o quizás pensar en un traspaso.

Pedimos dos cañas de cerveza para pensar los platos reflejados en la carta con advertencia por parte del camarero de alguno de los que fallaban y los que nos recitó que tenían fuera de la misma. Las cañas vinieron acompañadas con unas aceitunas.

Los primeros fueron compartidos

-Alcachofas laminadas rebozadas, muy tiernas y crujientes, bien fritas, estamos en plena temporada de esta verdura.

-Calamarcitos salteados con garbanzos y virutas de jamón ibérico, uno de los platos recomendado fuera de la carta, buenos, aunque el nombre correcto del plato debería ser garbanzos salteados con calamarcitos y alguna viruta de jamón por la poca presencia de estos cefalópodos y de las virutas.

Coincidimos con los segundos

-Rodaballo a la donostiarra, esos cortes de grandes rodaballos que parten en dos trozos por la parte central de la espina, y que normalmente encuentras en tiendas de congelado, no quiero pensar que estos los fueran por el precio que nos cobraron 27,50 € por plato pero piensa mal y acertarás, como acompañamiento unos muy buenos cachelos.

Como no podía ser de otra manera en un restaurante con raíces gallegas un albariño acompañó la comida, en esta ocasión una botella de Torre de la Moreira elaborado por bodegas Marqués de Vizhoja en Arbo (Pontevedra). El servicio se limitó al descorche de la botella.

No tomamos postre, pedimos cuatro cafés y nos invitaron a dos chupitos de orujo de hierbas.

En resumen, un local que fue un referente de la cocina gallega que hace ya mucho tiempo está en decadencia y al que ni volveré ni recomendaré.

Voy a menudo es un bareto que se come bien,no busques filigranas,una buena relación calidad precio y el propietario el Bernardino es un primor,normalmente no falla
El menu consistió en un picoteo
Percebes,navajas,gambas, calamares, torrada con tomate,zamburiña
cigalas, pulpo con cachelos, todo muy bien
bebimos valdamor barrica 2007 y de postre Tarta de Santiago y cafeses

Hace un año visité este restaurante y me entusiasmó, hoy he vuelto a visitarlo y no me ha entusiasmado.
Pedimos,
1 de percebes Gallegos, 17’50€ (íbamos con la idea de pedir otro plato y no lo pedimos)
1 Calamares a la romana, 10’75€, (bien)
1 Mejillones a la plancha 5’50€ (muy buenos)
2 Torrades de coca 3’70€ (caras y duras)
1 Centollo del cantábrico, 16€ (qué manera de destrozar una centolla echándole mayonesa)
1 Rape Donosti, 16’25€ (mini rape, pasado de cocción)
1 Llopart Brut Nature 17’50€ (bueno, pero habíamos pedido el Imperial Gran Reserva)
1 Tarta de Santiago, 4’25€ (muy buena)
1 Cañas del Apostol, 4’50€ (muy buenas también)
2 Cafés, 1’80€ c/u.
Un restaurante de esos que te apuntas en la agenda, y hoy lo he borrado.

Acudimos 5 personas fue perfecto empezamos tomando una cerveza con jamon mientras esperabamos.
Picamos abundante pulpo a feira ,pimientos padron ,chanquete, boquerones fritos etc todo bien
2 plato cabrito y pescado el cabrito perfecto
luego una ensaimada que le llega los jueves de Galicia para beber tomamos Raymat vinya 24 , leirana barrica, Dominio de Tares Pedro Ximénez Spinola
Buenos vinos a buen precio dejate aconsejar
Todo estuvo perfecto el bernardino encantador,(PROPIETARIO) la velada inolvidable

Uno de esos restaurantes que si no lo conoces, pasarías por la puerta sin darle ninguna importancia.
Reservamos este restaurante un poco tarde, llegamos sobre las 3’30 pocas mesas y todas repletas, una pequeña sala a la entrada para no fumadores y otra al fondo para fumadores (de momento), tuvimos que esperar un poquito, pero la espera fue amenizada por dos cervezas y unas aceitunas invitación de la casa.
Personal sumamente eficiente y profesional dirigido por el propietario del local el Sr. Bernardinho.
Pedimos para picar,
Unos percebes gallegos, 17,50€
Mejillones de roca a la plancha, 5,50€
Chanquetes, 10,50 €
Calamares a la Romana, 10,50€
Y de segundo,
Una Centolla,15,50€
Pulpo a la gallega, 11,90€
Todos los platos excepcionales, el único que no me entusiasmó fue el pulpo, los cachelos muy buenos pero le faltó el toque de un buen pimentón de la vera, pero es que ahí, en el pulpo yo tengo puesto el listón muy alto.
De postre Tarta de Santiago con vino tostado.
Botella de Cava Mont D’Arac Brut Nature, 17,50€
Cafés,
Como anécdota decir que pedimos la centolla con vino fino y nos trajeron uno muy bueno, no recuerdo el nombre, pedimos tres copitas para acompañar la centolla que no nos cobraron.
Un restaurante de esos que te apuntas en la agenda.

Visitanos el local el jueves 12-11-2009 es un local sin pretensiones esteticas lo bueno es el marisco,carne i sobretodo pescado materia prima de calidad muy bien cocinada comimos ostras,gambas, pulpo jamon para picar un rodaballo de muerte 2 botellas de cristiari costers de segre ,vino el dueño Bernardinohablamos de vinos albariños le explique un alvariño de Lerida le dije que tuviera en la proxima ocasion nos invito a un vino dulce delicioso el postre un pasta mojada muy bien cobseguida comida de calidad a un precio muy interesante posdata siempre esta lleno hay que reservar