Estábamos el viernes por la tarde tomando unos vinos con unos amigos y, como nos entró hambre, pensamos en este restaurante para cenar porque nos apetecía comprobar si todo seguía como siempre. Pudimos hacer la reserva para el primer turno (21:30), con lo cual allá nos dirigimos.

Tal como alguno ha comentado anteriormente, se trata de un local con decoración rústica, con mesas de madera y bancos también de madera para sentarse. Tanto la vajilla como la cristalería no son reseñables. En definitiva, que si juzgásemos el restaurante por la apariencia saldría mal parado pero la comida es otra cosa.

Éramos 4 y como no teníamos mucha hambre, decidimos pedir varias cosas para compartir:
- Zamburiñas al horno (un clásico de la casa, buenas)
- Croquetas de pulpo con salsa alioli. Pedimos la salsa separada y fue un acierto porque estaban muy buenas sin la salsa y ésta podría haber monopolizado el plato.
- Rissotto de rape y boletus edulis, espectacular.
- Barquita de chicharrones, grelos y queso de tetilla, otro clásico que sigue estando estupendo.
- Entrecot de ternera con cebolla caramelizada y queso de cabra fundido acompañado de patatas fritas.

No tomamos postre y uno de nosotros sí tomó café (de puchero).

En el apartado de vinos hay que decir que no es su especialidad. La carta de vinos es bastante corta y no especialmente acertada para mi gusto. Es más, pedimos un par de referencias que nos dijeron que no tenían. Finalmente optamos por un Regina Viarum 2011, mencía de Ribeira Sacra que estuvo por encima de lo que yo esperaba de él.

Comentar que se trata de una opción más que recomendable para comer en A Coruña. La RCP es estupenda aunque habrá que contar con ciertos inconvenientes como la carta de vinos. Eso sí, lo de decir "el mejor restaurante de España" como indicaba alguno anteriormente, creo que se queda un poco lejos de la realidad.

El mejor restaurante de España.
Cocina de autor con un gusto infinito, justifica por si solo un viaje a Galicia.
Sus platos son absolutamente originales y su calidad es máxima.
Recomiendo sobre todo el pulpo con zamburiñas....colosal.

Restaurante con bastante éxito en La Coruña. Estuvimos cenando una noche, hacen doble turno, 21:30 y 23:15. Nosotros estuvimos en el primero.

La decoración es rústica, diría yo, paredes de piedra decoradas con todo tipo de objetos, mesas de madera y taburetes.

Probamos las zamburiñas, plato muy solicitado: a mí me gustaron, pero a mi acompañante no mucho, por la salsa que traen. También el crujiente de langostinos, muy rico.

De segundos comimos el rabo de buey, muy bueno, una ración muy generosa, y el canelón de txangurro, bastante bueno.

Bebimos una cerveza, agua, y una botella de Valdeorras que sinceramente no me acuerdo, que no estaba mal. La carta de vinos es normalita, pero tiene suficiente para acompañar a la buena comida.

A lo mejor llevaba yo más espectativas pero me esperaba más: en cualquier caso es un restaurante recomendable.

El servicio fue agradable toda la cena.

Local de estilo gallego con mucha piedra. Raciones abundantes, buen género, bien cocinado y buena relación calidad/precio. Comida hecha en Agosto. El tema del vino baja un poco.

Local decorado con dudoso gusto, una mezcla de enxebre y con aparatos antiguos, mesas de madera barnizadas y taburetes no muy cómodos, sin mantel, etc, para dar una impresión de "auténtico", que se me hace innecesario.
Pero, amigo, la comida ya es otra cosa, excelente y a muy buen precio
Eramos 4 personas
Para compartir, unas zamburiñas excepcionales y unos langostinos rebozados, flojos
Platos principales:
Merluza a la plancha, muy rica
Hojaldre de lubina y vieiras, el más antiguo y muy recomendable
Rabo de buey, muy bueno y además, era una ración que valía para dos o tres
Bacalao sobre unos garbanzos y salsa gallega exquisita, coronado por unas tiras de bacon crujiente. Este plato merece un 10 en todos los sentidos, por la calidad del bacalao, el punto, la originalidad. Que conste que se lo zampó mi padre, 91 años, antiguo patrón de gran altura, que sabe bien del bacalao y al que no le suele convencer la cocina elaborada pero que se rindió ante este plato
Postres: Flan de queso, prescindible y requesón con membrillo y nueces, maravillosos.
4 cafes de pota y un albariño Fefiñán. Total 113 euros, increíble, pero cierto
La atención de los camareros, excelente. Tengo ganas de repetir

Es un local muy caracterizado al estilo gallego, con una atención excelente y una calidad de materia prima impresionante. es muy acogedor y la presentación y el sabor de las comidas es estupendo.

no busqueis un restaulante de lujo en o bebedeiro, buscad una comida de lujo.

Nada nuevo que añadir a lo ya comentado anteriormente. Si tenéis la ocasión de venir por Coruña recomiendo que vayáis a comer a este restaurante con encanto. No os arrepentireis.
Vuelvo a añadir un comentario porque he estado muchas veces y porque quería actualizar la valoración que me parecía que no estaba ajustada, por proceder de la antigua web y de paso una fotito exterior.

Debe de ser el restaurante con más demanda en A Coruña los últimos tres años. Hay que reservar con una semana de antelación para los fines de semana. Para mi gusto uno de los mejores restaurantes de A Coruña con una buena RCP (35 euros aprox con vino). Comida moderna, elaborada con mucho gusto con materia prima de excelente calidad de la tierra. Carta de vinos no muy extensa, pero correcta, con vinos de toda España.