Restaurante La Bola en Madrid
Restaurante La Bola
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
32,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingo noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.1
Comida COMIDA
7.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
5.7
Opiniones de La Bola
OPINIONES
15

Pues sí, lo típico , el cocido y poco más. Muchos años de historia y todo el respeto, pero alguna actualización sin perder la esencia,....??. En las copas al menos...o en la carta de vinos, alguna referencia más..En fín, a probar el cocido que es de lo que se trata y poco más..Un cocido rico, presentado en su recipiente de barro, como el de casa , ni más ni menos, ...si se sabe hacer, claro, y muchos saben. En fín , no tanto para gastrónomos y más para turistas y curiosos que no sepan hacer cocido en casa.

Llevo yendo a la Bola desde hace años, normalmente para comidas de negocios, y la verdad es que es un buen sitio para impresionar y dejar buena imagen a los visitantes extranjeros. La semana pasada llevé a un grupo de japoneses y quedaron encantados y sorprendidos, incluso se compraron un par de jarritas de barro del local. Pedimos el clásico cocido y los buñuelos de manzana. Acabó saliendo a unos 40 por cabeza, precio razonable para lo comido y bebido.

Esta vez me acompañaron mis compañeros del trabajo, que la mayoría son de fuera de Madrid, y quedaron encantadísimos. Quería que conociesen comida típica de aquí, y el cocidito de La Bola es una gran opción para dejar una buena impresión.
A todo el que pase por la ciudad le recomiendo que lo pruebe, es un sitio muy típico y con historia, hay que probarlo al menos una vez. Además, dejan reservar por email, lo cual es muy cómodo.

Tenía ganas de visitar este restaurante y maldito el día. Para empezar, te reciben en la calle con un montón de gente porque tienen dos turnos tasados, como los peores hoteles de playa en agosto. Depuse de estar 15 minutos de pie en la calle bajo la lluvia, esperando a que acomoden a toda la gente, nos sientan en un lugar lamentable, en una mesa enana a 10 cm (no exagero un ápice) de la mesa de la derecha y a sólo 2 cm (sí, lo prometo, 2 cm) de la mesa de la izquierda, donde habían embutido a un pobre niño que, cada vez que se echaba para atrás, nos metía toda la cabeza en los garbanzos (y sigo sin exagerar). Tras pedir a gritos un cocido (bastante mediocre, los he comido mucho mejores, sin ir más lejos, en mi casa) vienen los camareros como locos a servir (por no decir tirar) la comida a la vez en todas las mesas, como si estuviéramos en el comedor de la guardería o en la cárcel. No he hecho la mili, pero estoy convencida de que se debe sentir lo mismo a la hora del rancho cuartelario. Todo esto manifiesta una falta de respeto absoluta por el cliente, desde el penoso recibimiento en la calle, pasando por el hacinamiento en el comedor, la horrorosa acústica, continuando por el zafio servicio y terminando en la mediocridad de la comida. Se ve que saben que el 90% de los clientes son turistas que no van a volver. Salir a comer no consiste sólo en "llenar la tripa", sino en estar a gusto y cómodo en un ambiente agradable. Todo lo contrario a este restaurante que no recomiendo en absoluto.

Una vez más, salí encantado del restaurante. El cocidito, tan tradicional, con esos garbanzos... para rebañar el plato a fondo. El sitio, en mitad de Madrid, hace que sea perfecto para luego dar una vuelta por la parte vieja de la ciudad. Sólo dos recomendaciones: ir preparado para una buena ración de comida y reservan antes, que suele estar lleno.

Genial el cocido en dos caídas, es una empresa dificil el comerse toda la ración. Estupendo local y zona de la capital.

Si hay que poner alguna pega, es que el precio no es muy comedido, tal vez, mejorable la RCP. Pero sin duda un sitio al que volveré cuando tenga antojo de cocido.

Saludos.

No muy lejos del Palacio Real, se encuentra la Taberna La Bola, con el nombre de taberna ya te avisan de que dentro las mesas van a estar bastante juntas, el espacio ajustadito y aprovechan hasta las ventanas.

Eso si el entorno es bastante auténtico evoca personalidad y carácter, estás en un sitio con solera y no en una franquicia y eso lo percibes en el ambiente, además se puede contar con un buen trato por parte de los camareros.

Respecto al cocido pues va en dos caídas primero el caldo y luego carnes, garbanzos y demás. La verdad es que terminarse un cocido de estos puede ser una proeza de las buenas, respecto al sabor podemos decir que está rico pero que vamos no resulta espectacular y no es para hacer la ola. El caldo bien y el resto pues en la media. En el tema a los postres pues un poco pasados de precio para lo que servían, en general la RCP mejorable.

Soy un gran aficionado a los platos de cuchara, pero de manera especial me encanta el cocido en todas sus modalidades. He ido varias veces a La Bola y siempre salía satisfecho. Sin embargo, el cocido que nos han servido hoy dista mucho de los que había comido antes. En primer lugar, los fides pre-cocidos estaban excesivamente blandos, era pràcticamente harina, lo que perjudicaba de manera notoria el excelente caldo que nos han servido. En segundo lugar, los garbanzos también presentaban una cocción excesiva, dando la impresión de que eran garbanzos cocidos antes de echarlos al cocido y que recordaban a la textura de los garbanzos en conserva. Por último, las carnes, escasas y más bien secas.

Ahora, eso sí, el restaurante lleno en los dos turnos y si no habías reservado imposible comer allí.

Tenía muy claro a lo que iba, a comer cocido.
Restaurante con solera y con cierto encanto, si no fuera por lo excesivamente juntas que tiene las mesas. El salón que da a la calle me parece el más agradable. Dos turnos para comer, estuve en el primero. Tomé para empezar media ración de callos que me parecieron buenos. Seguidamente el cocido. En el primer vuelco los fideos,los esperaba más pasados (no me gusta la pasta pasada) y resultaron agradables, la sopa con sabor, con enjundia y la grasa en su justa medida. El segundo vuelco los garbanzos con sus avíos, lo acompañan de cebolleta y guindillas picantes, así como una salsa de tomate (que mi madre acompaña de cominos). Los garbanzos en un buen punto de cocción así como el jamón el tocino y el morcillo, ofrecen repollo aparte. Raciones generosas.
El postre buñuelos de manzana, generosos y no muy destacables.
La carta de vinos no la ví, ya que tomé el de la casa (1/2, que me sirvieron en jarra de barro, a unos 6 euros). Simplemente correcto.
Mesas excesivamente juntas, servicio correcto y profesional, aunque excesivamente mecánicos. Yo creo que todo el mundo tiene asumido a lo que va y el servicio se ha adaptado a esta circunstancia, para ellos es sota, caballo y rey.

Acudimos a La Bola un grupo de amigos sabiendo a lo que íbamos... a comer cocido. Así que poco puedo contar del resto de la carta.
El local, compuesto por una sucesión casi interminable de salones, es muy grande pero con mesas apretujadas para dar cabida a cuanta más gente mejor. Nos colocaron en el último de los salones y casi molestábamos al pasar a la gente de las mesas ya ocupadas. El trato de los camareos, amigable, eficiente y mecánico.
En cuanto a la comida, todos tomamos cocido sevido en dos vuelcos. Primero traen los platos con los fideos (pasados para mi gusto) sobre los que te vuelcan el caldo de unas ollas de barro individuales donde va la ración de cada comensal. Acompañado de cebolleta y guindillas. El caldo con muy buen sabor y a una temperatura adecuada para no abrasarse la lengua. El segundo vuelco son los garbanzos con las carnes. Garbanzo lechoso grande (a mi me gusta más el pequeñito pedrosillano) pero muy bien resuelto, sin perder el hollejo y muy tierno. La carne... pues cada uno lo que le toca. Yo tuve suerte y me cayó una punta de jamón y un trozo de morcillo, chorizo y tocino. A otros les tocaba espinazo, hueso de jamón... pero bien en todo caso. La ración abundante. Junto con este segundo vuelco ofrecen repollo a quien lo quiera. Hambre, desde luego, no se pasa. El cocido, a rasgos generales, mejor de lo que yo había imaginado. Pensé que sería más graso y pesado de lo que luego me ha resultado.
Vino... ni mención. Rioja de la casa en cristalería vulgar.
En cuanto a los postres, algunos pidieron y los demás guarreamos un poco sus platos. Yo estuve más a las conversaciones que a los postres... así que no opinaré.
En general bien, correcto. Tuvimos la ventaja de estar en el segundo turno de comida y, aunque no tuvimos tiempo de tomar una copa (cerraban), nos invitaron a unos orujos de hierbas. En el primer turno van com más prisa para desalojar y pasar a los siguientes.
Ya hemos quedado todos para tomar cocido en otro restaurante e ir comparando.

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