Tipismo hasta la médula

No esta mal este conocidísimo restaurante de la Isla, ligado en su momento a la figura del mítico Camarón. Como no podría ser de otra manera, el marco se ajusta como un guante al del típico mesón andaluz. Su parroquía, eso sí, es mayoritariamente foránea, al menos en agosto. Tomamos un par de manzanillas mientras hojeábamos su amplia carta, centrada en la cocina clásica gaditana. Comimos lo siguiente: jamón ibérico (18€), gambas blancas cocidas (250 gr. 19€), rabo de toro (14€), lenguado de estero a la plancha (400 gr. 19,20 €), tocino de cielo (4,30€) y otro postre que no recuerdo. Todo estaba, cuando menos, correcto, y el lenguado excelente.

Su carta de vinos, creo recordar, no está mal, pero las copas deberían mejorar. Tomamos un decente Otazu chardonnay 2010 (15€), que acompaño medianamente bien la comida.

El servicio de sala es impaciente (al medio minuto de ofrecerte la carta ya están a tu lado libreta en ristre) y algo resabiado (al menos el camarero que atendió nuestra mesa). Por último, los precios me parecieron correctos, si bien son algo superiores a la media de los restaurante de nivel medio de la zona.