Local muy "in" con una acústica realmente deficiente. No sé cual

Local muy "in" con una acústica realmente deficiente. No sé cual es el problema que tienen, pero desde luego se perciben los gritos de las mesas de alrededor de una manera escandalosa. Así que para empezar, bien para ir con grupos pero no para una cena de conversación pausada. En cuanto a la comida, la carta ofrece una selección de ensaladas y tapas frías y calientes. Nosotros probamos la ensalada de jamón de pato (psá), timbal de verduras con salsa romescu (cuatro trozos de cebolla y dos de calabacín hechos a la plancha?), fondue de torta del Casar (muy bueno, pero el mérito es del fantástico queso extremeño), cazuelita de setas, patatas y huevo (pupurri de patatas a lo pobre, champiñones sin sal y un huevo frito encima)..En fin menos mal que los postres (volcán de chocolate y dulce de leche) estaban exquisitos. En cuanto al vino,carta muy extensa, copas adecuadas y buen servicio. En resumen: cenas por unos 20 euros por persona, que tal y como está el panorama no está nada mal..Pero la verdad, para eso das la vuelta a la esquina y te comes un bocata en el Rus, que será un bocata, pero los hacen de muerte.