Nota previa: El restaurante se llama HAKKASAN (están confundidas las “k” y las “s”).
En el sótano de una callejuela entre Oxford Street y Tottenhan Court Road está el sorprendente y bullicioso restaurante HAKKASAN, al que únicamente se puede acceder previa reserva o en una de las muchas berlinas que se arremolinan en el callejón de Hanway Place.
El local, con una decoración sorprendente y un tanto oscuro, lleva hasta el extremo la modernidad y extravagancia de la noche londinense, incluido el Dj que dificulta hasta extremos no pensados la comunicación con los waiters, incluidos los españoles…, en todo caso muy efectiva su aportación.
La barra es animada y con gran cantidad de cocteles de todo tipo (OJO con la presencia de whiskies japoneses), si bien una cerveza del país nipón siempre ayuda a aclarar malentendidos en el idioma de Shakespeare, lo que te cambien la credit card por una ficha será algo a lo que supongo pronto nos tendremos que acostumbrar, Estrella Michelin manda.
Ante la dificultad de entender la diferente composición de los platos del menú, optamos por un menú que incluyese los renombrados y famosos (y maravillosos) DIM SUM, lo cual a posteriori fue un error, los menús no son lo fuerte del local y no creo que merezcan la pena.
La propuesta del menú, sin nada que objetar a la calidad, no deja de dejar cierto sabor a platos poco innovadores y sin nada que decir: espárragos trigueros (muy buenos), pollo asado (muy bueno) con salsa muy buena, bacalao rebozado (nada de nada), y un sorpréndete cerdo sobre cesta en tempura, y unos excelentes langostinos con ajetes en salsa picante (me encantó, de lo mejor, pero ojo con el chili). A los platos se le puede añadir el arroz que se desee.
Como platos principal los DIM SUM, de 11 tres de ellos (creo recordar: vieira con langostinos, langostinos a secas, y un tercero e color verde que no recuerdo la composición) y de un simple 10: el de color naranja de zanahoria con setas…., La composición de los DIM SUM la conocimos cuando descubrimos que nuestra waiter era de Barcelona (el trabajo del Dj hace difícil escucharse) y pudimos entender (al fin) la distinta elaboración de los platos.
Acompañando los DIM SUM, unos muy buenas y sabrosas costillas en salsa. Es decir, todo muy bueno si, pero no dejamos de comer pollo, costillas, cerdo y espárragos. Pues eso, que genero bueno…., pero nada que ver por ejemplo con la elaboración que disfrutamos una semana antes en CASA JOSE.
Tal vez lo del menú no fue una gran idea, con los DIM SUM y varios platos del menú hubiéramos gritado de alegría (la pinta de los Dumplings y otras viandas que pudimos ver merecían la pena), pero el idioma siempre lo complica todo…., ya podréis imaginar.
El otro gran error: dejar de tomar cerveza KIRIN por un shiraz infumable de Australia…, error pedirlo tras ver en la altura en donde se guardan las botellas… Lo de pedir vino de España descartado, que diría Telmo de pedir un maravilloso Remelluri Reserva por 60 Pounds!!!!, aunque comparándolo con el precio del shiraz hubiera sido un acierto. En todo caso la carta de vinos (cara no, lo siguiente) es muy extensa y muy completa, siendo el servicio de vino correcto.

Por último, destacar de los postres un tubo de chocolate fantástico acompañado por varios e increíbles helados.
Como conclusión, local muy recomendable y con propuestas muy interesantes (descartando la opción menús), en todo caso lo de no pedir los DIM SUM es un agravio terrible…., tras probarlos necesito volver al DiverXo a restablecer prioridades….
Otro dato: cierra muy tarde, recomiendo reservar no antes de las 11 horas, si bien la hora más bulliciosa es una hora antes como poco, pero merece la pena quedarse a tomar un coctel en el local (o una cerveza japonesa) en su fantástica barra, la cerveza inglesa OLVIDARLA!!! NO PEDIRLA NUNCA!!!
A todo esto la Credit Card fue devuelta a cambio de la mencionada ficha con una sonrisa…., vendito futuro….

Espectacular restaurante escondido en una callejuela de londres, en la calle ya te reciben y te piden si tienes reserva, si tienes bajas, si no, no lo sé... Si has sido previsor, bajas unas escaleras unos dos pisos, y llegas a la recepción donde te atienden dos chicas y un chico y te acompañan a la mesa, el local estaba abarrotado y remontaban mesas, impresionante,hay tres comedores diferenciados por unas celosías asiáticas, y una gran barra en un lado del local, cuando pudimos cerrar las bocas, nos centramos en lo nuestro. Mesas sin mantel, menos mal que la servilleta era de tela, y marcadas con unos palillos y buenas copas, carta extensa y carísima, como en la mayoria de restaurantes de londres,carta dominada en su mayoria por vinos franceses y de otras partes del mundo, con un par(2) de referencias de vinos españoles, por lo que se ve, no sabemos vendernos al exterior...Pedimos un viognier chapoutier a unos 30 euros, y eso que era de lo menos caro de la carta, buenísimo y bien servido por el sumiller. Para comer todo para compartir; abalone con pollo (prescindible),surtido de dim sum, el mejor que he probado en mi vida(con permiso de diverxo)cangrejo de concha blanda en tempura(brutal) y pato estilo pekin, con arroz frito.De postre; pudding de tapioca y helados, en resumen, comida china diferente y que no cierra las puertas a nada, lugar para volver en cuanto vuelva a pisar londres, me quedé con las ganas de probar muchas mas cosas, imprescindible.