Empeora sobre visitas anteriores

En años anteriores visitamos este restaurante y sin ser excepcional tenía una buena relación calidad precio. Estaba lleno en terraza y en el interior. Ahora para superar la crisis el menú cuesta lo mismo que el año pasado (25.-eur) pero las raciones son ridículamente pequeñas. Aperitivo de salpicón (una cucharada por comensal), fritura de la casa (2 calamares romana por persona y una croqueta), unas gambas hervidas tan pequeñas que como mucho serían aptas para hacer caldo, pulpo con puré de patata y un revuelto de chipirones y ajos extendido sobre una paella para aparentar cantidad pero una vez amontonado al centro de la misma no ocupaba ni un plato de postre. De segundo tres solomillos y tres raciones de atún al centro (normalitos ambos) Además cualquier cosa fuera del menú es a precio alto. Pedimos un plato de queso (¡¡¡teníamos hambre!!!) y nos cobraron 12.-euros por algo que era queso manchego del que venden en cualquier supermercado. Los chupitos 15.-euros cuando el año pasado servían unas mistelas cortesía de la casa.
Para beber una botella de Marques de Cáceres que era el único tinto en nevera mientras sumergían un par de botellas de Aalto en una cubitera para enfriarlas (no estaba en carta y lo descubrimos curioseando por las estanterías). No hay servicio de vino y todo el tema de menaje es de batalla.
La suerte es que el pan tostado con aceite no faltaba, así pues, algo se cenó. Pero para que engañarnos, este año sólo estaba llena la terraza porque la manera de compensar un año difícil no es dar menos por lo mismo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar