Otra buena opción para tomar una cena informal, en plan tapeo, ya sea en
Otra buena opción para tomar una cena informal, en plan tapeo, ya sea en la barra -sillas demasiado bajas para una barra tan alta, mejor se come de pie- o en su salón-restaurante ubicado en el interior.
La carta de vinos no es demasiado amplia, pero demuestran tener interés con la cava instalada en primera fila del mostrador. Hay opción de pedirlo por copas, lo que ofrece otra alternativa.
La comida se divide en tapas frías, calientes, para compartir e individuales y platos principales, divididos en carne y pescado. Las raciones son suficientes, la presentación correcta, aunque deberían no mezclar salsas con los platos principales o al menos preguntarlo o indicarlo en la carta, no sea que haya alguien "alérgico" a algún producto y le fastidie la cena. Nuestra opción fue camembert frito, bravas, brocheta de pato -demasiado hecho y sin preguntar antes el punto de cocción- y unas croquetas de chorizo ibérico quizás demasiado compactas. Con cerveza y café (1 euro), 17 euros por persona.
Música brasileña sin molestar para ambientar y aparcamiento imposible en plena calle Caballeros.