Buenas pizzas

Nuestra idea no era acabar aquí, lo confieso, pero antes de cruzar sus puertas estuvimos en cinco locales de Xàbia, cinco, y en todos ellos encontramos la persiana echada. Era un domingo por la noche, cierto, pero también lo es que estábamos en pleno puente de la Purísima y esperábamos más animación en una localidad como ésta. Al Lungo Mare no es que le hagamos ascos (hemos estado un par de ocasiones), pero preferíamos conocer otras propuestas. Aunque un poco decepcionados por los planes truncados, nos dirigimos hacía allí con la certeza de que mal no íbamos a cenar.

Local muy grande situado en el paseo de la playa del Arenal, con muchas mesas pero con un servicio perfectamente "entrenado" y coordinado para sacar aquello adelante con destreza. Media entrada en el comedor con lo cual las cosas llegaron super rápido a la mesa, incluso quizás demasiado.

- Carpaccio de rape. Muy bueno. Se adornaba con ajo laminado pasado por la sartén. Un par de trocitos se agradecen pero los había en exceso y acabaron casi todos en la orilla del plato. Se acompaña con una "oblea" forcaccia.

- Ensalada con pollo crujiente: multitud de ingredientes sin que recuerde ninguno (poco impactante, pues).

- Pizza con varios quesos, bacon y champiñones, creo recordar. Tamaño enorme, base finísima "a rabiar" y ricos sus ingredientes. Buena.

Todas las raciones son para compartir (supongo que avisarán cuando hagas la comanda. A nosotros no, pero ya lo sabíamos). Interesante el listado de platos de pasta y de pizzas. Menos variedad en los antipasti.

Cenamos con un par de cervezas cada uno y no tomamos postre. Aconsejable para aquellos que tenemos antojo de pizza un domingo por la noche. Poco aconsejable en temporada alta de turismo, no por ineficacia, pero sí para evitar el ambiente ruidoso y de agobio que se crea.