Comer en la playa de Canet no es tarea fácil, sobre todo en verano. Algunos locales mantienen un cierto nivel aceptable y, sobre todo, una homogeneidad entre lo que se ofrece en invierno y en verano.
Uno de estos locales es Mar Blau que, sin ser lo que era (ni cobrar lo que cobraba) puedes comer relativamente bien, sobre todo haciendo uso de los menús, si no quieres salirte de madre con la cuenta pidiendo a la carta.
Aunque es un restaurante que hemos visitado al menos una decena de veces por cercanía, esta vez me ceñiré al menú. De los cuatro posibles ofertados por 18,5€ (en los que no se incluye ni bebida ni pan) escogimos el de arroz a la marinera.
El pan, que cobran a parte por 2,5€ viene acompañado de unos boquerones en vinagre bastante buenos. Aunque no lo pidas lo traen, así que el menú realmente cuesta 21€, lo que no me parece mal, aunque más de uno se iría más contento a casa si se el explicara dicha política o se incluyera en el precio del menú. Cuestiones de marketing.
De entrantes una ensalada de la huerta correcta, en la que se echa en falta un tomate de mayor calidad, pero que no está mal. Buñuelos de bacalao con salsa romescu, que en realidad es un lomo de bacalao rebozado, de calidad media, pero con cierta gracia. Algo más de salsa hubiera estado mejor, pues se queda algo justa para las raciones de pescado que ofrecen. Sepionet con habitas, el plato que más me gustó. Bien las habitas de tamaño, bien el toque de ajos tiernos y buenos los chipirones. De plato principal, como ya dije, arroz a la marinera, un arroz de pescado con gambas y sepia bastante correcto. El punto está bastante bien, el sabor correcto (se echa en falta algo más de “chicha”) y al menos cocinado en paella individual. En locales de estas dimensiones ni qué decir tiene que estos arroces se cocinan en hornos y a porrón, por lo que tampoco se le puede sacar demasiado al arroz.
La carta de vinos es escueta, con algunas referencias interesantes, como el Enrique Mendoza Chardonnay, que va de lujo con estos menús tan marineros. El servicio del vino es prácticamente inexistente y las copas mejorables. En general los camareros son amables pero en hora punta el servicio se resiente y se hace lento.

A cambio, Mar Blau te ofrece unas vistas excelentes de la playa de Canet, con un salón amplio y climatizado (que no es tontería en época estival) y buena distribución de mesas, aunque con una decoración, mantelería, vajilla y cubertería de BBC.

Para lo que puedes encontrar por la zona, no está del todo mal.

En el paseo de la playa de Canet.Eran las jornadas gastronómicas del restaurante, te ofrecen un menú degustación con unos entrantes y sus arroces.Una variedad imresionante de arroces secos y melosos. A destacar el arroz marisco y alcachofas.El postre, una degustación de postres típicos valencianos, todo genial,para repetir en verano.