El restaurante consta de un pequeño comedor en la entrada y uno mayor arriba. Es el típico restaurante que les tienes que indicar a tus acompañantes el aspecto del local es bastante flojo pero no se come mal.
Lo mas destacable para mi del local son el numero de referencias que tiene de vinos de ribera y sobre todo los precios de los mismos verdaderamente ajustados, recuerdo un pinta a 24 euros y pago santa cruz también a unos 24. El copero si pides a partir de crianzas ya te ponen una copa de geometría digna pero sin marca.
Los entrantes buenos, espárragos de Navarra ricos, pimientos del piquillo ricos también
Y el lechazo era de notable bueno, sabado a las 15h y el local estaba hasta los topes, pero el servicio que tenia voluntad voluntad "no llegaba de ninguna de las maneras", supongo que ese día les pillaría el toro...Tomamos unos riberas jóvenes y crianza pago de los capellanes...No pudimos llegar a los postres, aunque probé una tarta casera de queso y arandanos que no estaba nada mal. En definitiva un local recomendable por los vinos y el lechazo pero con algún claro oscuro como el servicio y el local que creo necesita una reforma decorativa...
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