En el barrio de Salamanca se encuentra este restaurante que ofrece gastronomía griega.
El enorno interior es bonito y acogedor, aunque quizá las mesas están un poco juntas.
Cena para siete. Comartimos dos dobles entrantes, la 'Pikilia', que es una variedad de tres cremas, el 'Tsatsiki', hecha de yogourt griego, pepino, ajo y aceite de oliva, el 'Humos', que es una crema hecha de garbanzos, hierbas y aceite de oliva, y el 'Melitsanosalata', un puré de berengenas asadas, pimiento rojo y perejil. Bastante bien las tres. El otro entrante fue la 'Burekakia', que es una degustación de tres tipos de croquetas, de calabacín, berengenas y queso. Bastante bien resueltas y bastante consistentes. Los entrantes eran abundantes y quizá nos habría bastado con uno de cada.
De segundos probamos la 'Musaka', que es una especie de lasaña de berenjenas, carne picada de ternera y queso griego al horno, muy buena, el 'Arni Parthenon', que es cordero recubierto de hojaldre, bastante bueno aunque un poco pesado, y un pollo relleno con queso y tomate, bien. Postre no tomamos porque estabamos bastante llenos, aunque a mi me atraían bastantes cosas de la carta. Probé un vino dulce, 'Mayrodafni', servido con hielo... Pero que no resultó estar mal a pesar de lo del hielo. La carta de vinos son 5 blancos griegos, 3 rosados griegos + 1 lambrusco y 8 tintos griegos + 2 riojas. Probamos dos botellas de 'Rapsani', un tinto interesante, servido en copas normalitas. De los restaurantes griegos que más me han gustado de Madrid, aunque puede mejorar algunas cosas como el servicio de alguna camarera y mejorar la oferta de vinos.